Soy un auténtico valiente!*

De un tiempo a esta parte andaba con el autoestima baja. Pero me he dado cuenta de que tengo mucho de lo que enorgullecerme, pues soy un auténtico valiente. Juzguen ustedes mism@s.

Ayer mismo, estuve en la petrilla de la plaza urdanibia tomando una cerveza, a pocos metros de esa gente que se ha adueñado del barrio, y ojo que sin saberlo estaba flirteando con la muerte, pues esa gente a la mínima te saca la navaja.  Bebíamos para saciar la sed, tras un partido de pala en el Uranzu txiki, sin saber que habíamos realizado la proeza de penetrar en el territorio de esta gente, feudo en el que ya nadie se atreve a entrar. Valentía innata o inconsciencia, jugamos tres partidos a 22.

Gracias de corazón a Noticias de Guipúzcoa, porque ahora sé que hay que andar con pies de plomo por esta plaza. No obstante, no pienso amedrentarme. Consciente ahora de mi valentía estoy dispuesto a cruzar, si fuera necesario, la estrecha línea que separa al ciudadano anónimo del santo mártir del civismo. Esta gente para la que solo cuentan los de su raza y nunca sabes por dónde te pueden salir no nos callará... todo por el santo tótem del civismo y contra sus enemigos!

Tanto me he envalentonado con los testimonios de mis cívicos vecinos, que me he exaltado y he estado a punto de expresar mi coraje en la plaza poniendo unos carteles. Pero con la excitación no me he acordado de pedir permiso al ayuntamiento para utilizar las paredes, sus paredes, como soporte de expresión de mi noble emoción. No puede poner carteles ahí! Me ha gritado aquel que mantiene la paz en la plaza. Por un momento he dudado... ¿acaso no puedo expresar mi amor a la causa cívica a mis vecinos? No obstante, la firme voz del uniformado, junto con su argumento en forma de pistola y amenaza de llevarme a comisaria por desobediencia me han persuadido de mi error. Le he dado las gracias, y animado a que siga protegiendo nuestras libertades frente a esa gente falta de educación y comportamiento cívico. Que nos protejan si, vigilándonos muy de cerca.

 El Flaco

*las citas en cursiva son reproducciones literales de los testimonios “recogidos” por Noticias de Guipúzcoa en el artículo “Vivimos con el miedo metido en el cuerpo: dicen vecinos de Irún”  aquí consultable: http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2016/10/27/sociedad/vivimos-con-el-miedo-en-el-cuerpo-dicen-vecinos-de-irun

Un poco de ironía frente a la operación de representar -a propios y extraños- Moskú como zona insegura, problemática y justificar así la introducción de todo tipo de medidas de control social, que nos controla a TODAS. Con esto, el asalto del “civismo” a la media parte vieja que quedaba, tras la instigación policial de décadas y la remodelación urbana, queda finiquitada. ¿Habrá que hacer algo no?

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