3 de marzo, ni olvidamos ni perdonamos

Foto de archivo

Movimiento Pensionistas de Euskal Herria.- El 3 de marzo de 1976 la huelga general convocada en Vitoria-Gasteiz fue seguida masivamente, en solidaridad con más de seis mil trabajadoras y trabajadores que llevaban dos meses de huelga, debido a la intransigencia empresarial y a la dictadura. La policía franquista, premeditada y fríamente, disparó más de 2000 balas, asesinando a cinco trabajadores e hiriendo de gravedad a más de un centenar, al disolver por la fuerza la asamblea obrera que pacíficamente se desarrollaba en la Iglesia de San Francisco.

Aún asesinarían a dos personas más, en Basauri, Tarragona, en las huelgas y manifestaciones de solidaridad. Las personas responsables de la matanza eran todas conocidas, pero ninguna ha pagado por ello, no sólo quienes la ejecutaron, sino quienes dieron la orden, entre las que destaca Martin Villa, falangista de toda la vida, ministro de relaciones sindicales entonces, y poco después ministro del interior.

Aunque los crímenes del franquismo no hayan sido juzgados, y no haya sido posible aún derribar el muro de impunidad levantado durante la Transición, la Asociación de Víctimas del 3 de marzo, creada hace 25 años, mantiene activa la lucha para que se haga Justicia, ha conseguido, junto a la mayoría sindical vasca, que cada tres de marzo se haya mantenido vivo el recuerdo de lo ocurrido, y recogido el acontecer de las luchas obreras, y está logrando que se haga realidad la iniciativa para que la Iglesia de San Francisco, en el barrio obrero de ZARAMAGA, se convierta en un Memorial para recuperar y transmitir la memoria de aquellas luchas.

Hoy, como ayer, el trabajo es central en la vida de las personas, pero cada vez es más difícil vivir de él dignamente lo que repercute en las pensiones al final de la vida laboral. Los datos revelan la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en favor de los beneficios de empresarios y banqueros, los precios de la vivienda están por las nubes por culpa de la especulación, la salud , la educación y los cuidados son cada día más un negocio, el fraude fiscal persiste, y las guerras, especialmente la de Ucrania, y el genocidio en Gaza, agravan la carestía de la vida, aceleran la degradación medioambiental, y aumentan los gastos militares en perjuicio de los gastos sociales.

Si hay algo que hemos aprendido las personas pensionistas, después de años de luchas y experiencias, es que bajo el capitalismo ninguna conquista es ni suficiente ni permanente, y por eso hay que seguir peleando, y convergiendo con otras luchas, entre las cuales destaca la del movimiento en contra de la privatización de servicios públicos esenciales como la sanidad, y también la feminista, que exige medidas contra la violencia machista, políticas de cuidados públicas y de calidad, o acabar ya con la brecha salarial y en pensiones.

El MPHE vamos a seguir defendiendo el Sistema Público de Pensiones y para ello es necesario suprimir los beneficios fiscales para los fondos privados de pensiones, y revertir los recortes de 2011, que están retrasando la edad de jubilación y reduciendo las pensiones, con especial afectación a la juventud, mujeres, y migrantes, castigadas por el paro y los empleos basura sobre los cuales no se pueden construir pensiones dignas. Pensiones que como mínimo reivindicamos que sean de 1080 € en catorce pagas y que se revaloricen conforme al IPC real.

El próximos 3 de marzo, el MOVIMIENTO DE PENSIONISTAS DE EUSKAL HERRIA hacemos un llamamiento para participar en las movilizaciones que se convoquen, y asistiremos con nuestros pañuelos al cuello, exigiendo JUSTICIA para los crímenes franquistas, y condiciones de vida y de trabajo decentes para todas las personas.

¡VIVA EL 3 DE MARZO; ¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE TRABAJADORA ¡

¡PENTSIODUNAK AURRERA!

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