Sare y Etxerat.-Encontrándonos de lleno en el otoño, han llegado el ambiente invernal y también el último viernes de noviembre. A lo largo de este 2025 hemos sacado adelante diferentes dinámicas y tenemos de nuevo encima el final del año y junto a ello las movilizaciones de Navidad así como la multitudinaria manifestación de enero.
Podemos decir que estos, han sido 12 meses fructíferos; aunque el proceso de regreso a casa (etxeratzea) está avanzando más lentamente de lo que quisiéramos, podemos afirmar que los pasos hacia adelante están siendo significativos y que el objetivo de que todos los presos, exiliados y deportados vascos regresen a casa está más cerca que nunca.
El éxito de estos avances pertenece en gran medida a la sociedad vasca. Estos pasos son fruto de las movilizaciones que se han realizado durante todo el año, barrio a barrio y pueblo a pueblo. Desde la dinámica iniciada para completar el «puzzle» hasta las movilizaciones del verano en playas, pueblos y ciudades. La conferencia celebrada el 18 de octubre no es sino un claro reflejo de la necesidad que tiene la sociedad de dar una solución definitiva a las consecuencias.
Sin embargo, aún tenemos mucho que reivindicar. Bajo el lema No se puede alargar más, no solo en enero, sino también alrededor del último viernes de diciembre, nos movilizaremos en el mayor número posible de barrios y pueblos de Euskal Herria para reivindicar que la solución a las consecuencias que ha dejado el conflicto de tantos años, no se puede demorar mas. Proclamaremos que el sufrimiento no puede prolongarse más, que la verdad, el reconocimiento y la reparación no pueden seguir retrasándose, y por supuesto, que las soluciones, la paz y la convivencia no pueden esperar más.
También este invierno debemos demostrar con claridad que la mayor parte del pueblo vasco está dispuesta a dejar atrás las consecuencias y mirar hacia el futuro. Más que dispuesta, es una necesidad para la sociedad: romper con aquello que nos ancla al pasado y avanzar. Demostraremos una vez más que mediante el reconocimiento de las víctimas de las diversas violencias y mediante el proceso de regreso a casa de los presos, exiliados y deportados vascos, lograremos escenarios de convivencia. Nos reafirmamos en ese objetivo, y en las movilizaciones de diciembre y enero nos uniremos y movilizaremos en ese camino.
¡PRESOS, EXILIADOS Y DEPORTADOS VASCOS A CASA!

