El pasado 15 de marzo más de una decena de colectivos nos dimos cita en una concentración para denunciar los recortes de los que también somos objeto los y las irunesas. El pasado 1 de mayo lo volvimos a hacer, tomamos las calles continuando con la denuncia y la movilización. No éramos todos los colectivos los allí presentes ni estábamos todos los que evidentemente somos. Tampoco éste era el planteamiento, sino el de empezar a dar pasos que nos condujeran a comenzar a caminar. Ante estas dos convocatorias podemos decir que hemos comenzado a caminar juntas, sin embargo, se hace preciso hacerse una serie de preguntas, ¿cómo queremos caminar? y ¿hacía dónde queremos caminar? Porque se evidencia tanto el deseo como la necesidad de hacerlo.
El pasado 6 de septiembre conocíamos por el DV que el ayuntamiento prologaba el plazo de aportaciones para Ordenanza de Actividades Eventuales. Las interpretaciones de dicha acción municipal son muchas y variadas. Trataremos de exponer algunas aquí.
A decir del artículo las entidades disponemos de un mes más para «presentar alegaciones y sugerencias». Es decir como bien se comenta «han prorrogado el plazo» para hacerle llegar las propuestas. Propuestas que como nos dejan bien claro no son vinculantes quedando se en la propia definición de la RAE, una «proposición o idea que se manifiesta y ofrece a alguien para un fin» Mucha oferta me parece esta para tan poco recorrido y tan poca seguridad que esa propuesta sea tomada en cuenta. El bonus de confianza de este consistorio está bastante bajo para algunas. Y es esta la propuesta municipal poner toda nuestra confianza en que las van a tomar en cuenta. Escusa muchas. Todas ellas muy tecnocráticas y poco cercanas a las personas, «limitaciones (de) un marco legal superior, informes de otras instituciones...»
"La plataforma logística que quieren construir entre Pasaia e Irun ocupará 15 hectáreas de tierra y tendrá diciseis vías" pudimos leer hace poco. El Gobierno Vasco quiere impulsar el espacio ferroviario que uniría el topo, el tranvía y el tren de alta velocidad. Donde hay playa de vías las quieren desaparecer (Irun) y donde no hay vías las quieren construir. ¿Quién entiende este absurdo?
Por mucho que se nos repita, como si de un mantra se tratara, que la luz a este oscuro túnel es ya visible, la realidad, tozuda ella, se empeña en tirar por tierra esa afirmación convertida en puro misticismo. Dos datos lo demuestran, la memoria de Bidasoa Activa[1], que aunque positiva, al ritmo de crecimiento de empleo actual tal vez los y las jóvenes de hoy sean afables abuelitos y abuelitas para cuando se alcanzarán los niveles de épocas pretéritas a las que, por otra parte, nunca llegaremos. Y otra es la importante aportación de dinero destinado a las Ayudas de Emergencia Especial que tiene previsto aportar el Ayuntamiento.