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Una docena de niños saharauis de los campamentos del desierto argelino llegarán al Bidasoa el 17 de julio gracias al programa Vacaciones en Paz. Tenían previsto llegar el 30 de junio, pero los problemas burocráticos entre los gobiernos español y argelino obligaron a cancelar casi todos los vuelos a nivel nacional. La delegación del Frente Polisario y las asociaciones de Amigos del Sahara se han volcado en la tarea de reprogramar vuelos que les permitan obtener permisos y alejarse de los calores del desierto.
«Es el mejor regalo que puede recibir un niño y una niña que sólo conoce el desierto». Con estas palabras describió Fatma Labiad el proyecto Vacaciones en Paz en su presentación el pasado mes de enero en el palacio de Aiete de San Sebastián. Programa para enviar niños y niñas del Sahara Occidental a familias de Euskal Herria en verano. Labiad, representante del Frente Polisario en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, ha destacado la importancia de que con la campaña de Vacaciones Bakean de este año "salga el mayor número posible de niños y niñas de los campamentos de refugiadas saharauis en Argelia este verano".
Y es que tienen la oportunidad de escapar de los calores del desierto, alimentarse bien durante dos meses, beber agua limpia y someterse a pruebas sanitarias que les son vitales. Gracias al acuerdo entre el Gobierno Vasco y la Delegación Saharaui en Occidente, Osakidetza no sólo se incorpora al PADI dental, sino que también pasa pruebas sanitarias, entre otros. Hay que recordar que la cesta de alimentos de la ayuda humanitaria ha sido reducida en un 30% desde 2022 y que su situación ha empeorado desde el resurgimiento de la guerra con Marruecos en 2020.
Tras la ocupación marroquí de las Marchas Verdes del Sáhara Occidental y el exilio de 175.000 saharauis en el desierto argelino de la Hamada, el programa Vacaciones en Paz, impulsado en 1979 por el Partido Comunista de España (PCE), que supone un respiro estival para 100 niños y niñas a nivel estatal, ha sufrido grandes altibajos en todos estos años. A nivel estatal, las familias de acogida para recibir a 10.000 niños y niñas refugiadas fueron animadas en los años más prometedores. Este año, en cambio, unos 3.000 niños y niñas participarán en el programa a nivel estatal. En Euskal Herria, en los últimos 15 años han podido venir 4.597 niños y niñas saharauis gracias a este programa, y este año serán unas 300, 213 en la CAV y 86 en Navarra. Pero lo que necesitaría dos meses de respiro, este año se limitará a apenas seis semanas.
Problemas burocráticos
Lástima que este año puedan disfrutar entre nosotros un verano más corto que nunca. De hecho, el Frente Polisario y la coordinadora de asociaciones de Amigos del Sáhara (CEAC) confirmaron ayer que las familias de acogida de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava recibirán en sus municipios el 17 de julio y que llegarán a Navarra el 18 de julio. Este año el Consejo de Ministros del Gobierno español firmó el 17 de junio el permiso de asilo temporal para estos niños y niñas. Más tarde de lo habitual. Y el delegado del Frente Polisario en el estado español, Abdulah Arabi, informó el pasado jueves de que el Gobierno argelino "no ha autorizado los vuelos programados por problemas burocráticos". En el caso de una docena de niños que vienen a la comarca del Bidasoa, iban a llegar el 30 de junio, pero como en el resto de casos, su vuelo fue cancelado en el último momento.
El consulado del Estado español en Argel autorizó finalmente pasaportes colectivos el pasado 4 de julio, que podrán llevar adelante el programa Vacaciones en Paz. Pero con mucho retraso. De hecho, todos los vuelos han tenido que ser reprogramados a través de la compañía Air Algerie y el Gobierno argelino. Mientras tanto, estos días han sufrido temperaturas superiores a los 50 grados en los campamentos y han sufrido una de las tormentas de arena más fuertes sufridas en años, especialmente en el campamento Smara.
Publicado originalmente en euskera en antxetamedia.eus.