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Se cumplen diez años desde que el gobierno francés reforzó los controles en las fronteras. Un día después de los atentados islamistas del 13 de noviembre de 2015 en París, el Estado Francés comenzó a adaptar a su manera las normas del espacio Schengen y hasta hoy la policía francesa pone regularmente controles permanentes en sus fronteras.
El sábado por la mañana en Hendaia, al igual que en otras cuatro localidades del estado francés, hubo concentraciones organizadas por Etorkinekin Diakité, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Cimade o Medecins Sans Frontières. Aintzane Lasarte, de la asociación Bidasoa Etorkekin, recordó que el restablecimiento de los controles en las fronteras interiores de la Unión Europea ha frustrado los derechos de las personas exiliadas durante diez años. Y es que en los últimos diez años han fallecido al menos nueve personas migrantes ahogadas en el Bidasoa o atrapados por el tren en Ziburu.
Si se han dado controles durante diez años, el Estado Francés se ha visto obligada a pedir dos veces al año una flexibilización de las normas del acuerdo Schengen, que prevé seis meses de exenciones. Lasarte ha precisado que el Estado Francés es el único país del espacio Schengen que reclama permanentemente la renovación de las excepciones.
Lejos de mejorar la situación de las personas refugiadas
Con el mismo tema, desde enero se pondrá en marcha el convenio de Asilo y Migración aprobado por la Comisión Europea el año pasado. Permitirá la "filtración" de personas migrantes en las fronteras exteriores de la Unión a través de centros de retención masivos, estadísticas y colaboración con países no comunitarios.
Además, cada Estado tendrá la oportunidad de fijar un número de peticiones de asilo que examinará al año, y si un Estado no quiere acoger personas refugiadas bastará con compensar económicamente a los demás. La expulsión de la Unión Europea de las personas migrantes que no hayan solicitado asilo o se les haya denegado la solicitud será aún más fácil desde el año de su llegada con la nueva ley.
Publicado originalmente en euskera en antxetamedia.eus.