
Esta última agresión merece una denuncia a la Comisión Europea y constituye una verguenza para las instituciones vascas que son incapaces de proteger un espacio natural que es de todos y que debemos cuidar y preservar para nuestras futuras generaciones.
Mostramos nuestra mayor indignación, frustación y rechazo absoluto a lo ocurrido y pediremos responsabilidades a nuestras instituciones y a los que las representan y desde aquí solicitamos la desmantelación inmediata de la zona militar de Jaizkibel.
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