Los miembros de Lakaxita queremos denunciar el lugar, o mejor dicho, la falta de lugar que tenemos en el Plan Urbanístico Especial de San Miguel-Anaka. Aunque la primera propuesta del Plan Urbanístico Especial de San Miguel-Anaka se aprobó en el 2012 y la segunda este mismo mes, no hemos recivido ninguna información, y ni mucho menos ninguna propuesta de integración o de consideración mínima por parte del Ayuntamiento de Irun en todos estos años.

En la última versión del Plan se sitúa un jardín en el lugar donde hoy en día se encuentra Lakaxita. A parte del amplio espacio verde que actualmente disponemos, se plantea poner unos árboles justo donde se encuentra el edificio. Según la mayoría de los concejales de este nuestro Ayuntamiento ve totalmente imprescindible demoler Lakaxita con el fin de ampliar unos cuantos metros cuadrados el tan ansiado jardín. Para ello, se han gastado 1.300.000 euros del dinero público para poder comprar tanto las tierras, como el mismo edificio.

Ante ello, los y las componentes de la asamblea decidimos ir al pleno para la aprobación del segundo cambio del Plan Urbanístico con la intención de pedir nuestra propia consolidación en el proyecto. A raíz de esto, el actual Delegado de Urbanismo y Vivienda, Xabier Iridoy, mostró interés por ponerse en contacto con nosotras/os, con el fin de directamente traer un técnico a Lakaxita. Nosotras/os, en cambio, pedimos la debida información a cerca del Proyecto San Miguel-Anaka, como de nuestra concreta situción respecto a la misma, es decir, exigimos la información que a todo vecino se le debe. Aunque invitamos a Iridoy a nuestra asamblea, él se negó objetando que era fuera del horario laboral de los técnicos. Esta misma semana tenemos otra reunión con el concejal del PNV en el mismo Ayuntamiento.

Aún con todo esto, el viernes pasado el alcalde de Irun, José Antonio Santano, dió a conocer en distintos medios de comunicación que a pesar de que en nombre de la viabilidad dejaría intactos la mayoría de los edificios del lugar, Lakaxita quedaba fuera de ordenación. Es decir, reafirmó la intención de demoler Lakaxita. Una vez más, han quebrantado su tan alardeado derecho civil, negandonos el derecho a informarnos de primera mano, como de interpelar sus propuestas.

Viendo la falta de voluntad o la gran dificultad que el Ayutamiento de Irun tiene para comunicarse con las ciudadanas y los ciudadanos de su propia ciudad, desde aquí mismo les decimos que queremos que consoliden Lakaxita. Hemos dado mucho, y todavía tenemos mucho que dar desde el pueblo y para el pueblo. Ya son 11 años soñando, trabajando, compartiendo, festejando... en Irun, en Anaka y en San Miguel y quisieramos que fueran muchos otros más. Nosotras/os lo tenemos claro. ¡Queremos que Lakaxita se quede donde está!