Hoy, 6 de agosto de 2020, en el segundo aniversario de su fundación, la organización socjalista juvenil de Irun, Erlaitz, anuncia su disolución a través de este comunicado. Tras una reflexión interna hemos resuelto que las funciones de Erlaitz se han visto superadas y que es momento de empezar un nuevo ciclo.

Hace dos años que creamos Erlaitz con un objetivo: Organizar a la militancia socialista juvenil de Irun, abrir un espacio de aprendizaje de la teoria revolucionaria y debatir sobre las problematicas locales desde una perspectiva de clase, para posteriormente socializar estos contenidos y crear adhesión a la causa socialista. En esta linea hemos llevado a cabo charlas, jornadas de formación y debate, campañas de denuncia, escritos y otras acciones. Si bien no queremos sobrevalorar los resultados, hacemos una valoración positiva del trabajo realizado, pero conocemos las limitaciones y los escasos beneficios políticos que nos ofrecen esta forma organizativa y esta linea de trabajo.

Como explicamos en nuestro comunicado fundacional, decidimos crear este grupo local midiendo las fuerzas de aquel entonces con el propósito de conseguir nuestros objetivos a corto plazo. Somos conscientes de que para construir el poder obrero es imprescindible tener una organización fuerte, efectiva, centralizada y basada en los principios de la unidad y la independencia de clase. Es nuestro deber diseñar formas organizativas capaces de optimizar las capacidades y multiplicar las fuerzas, dejando de lado las inercias, para ser realmente capaces de transformar las condiciones de vida de los y las trabajadoras.

Si tomamos esta decisión en este momento es por los cambios que se han dado en el contexto político y no porque nuestro punto de vista teórico y politico haya variado. Pero si bien en el pasado hemos sido capaces de hacer aportaciones, esta forma organizativa nos imposibilita enfrentarnos a los nuevos retos que se nos plantean.

Es por ello que decidimos disolver Erlaitz, para adaptarnos a la nueva coyuntura y superar las limitaciones que nos supone el localismo. Queremos subrayar que si bien es el final de Erlaitz, el trabajo de los y las militantes que conformamos esta asamblea no ha terminado. Seguiremos trabajando con las mismas ansias revolucionarias y el mismo compromiso en este nuevo ciclo. Del mismo modo, nos reafirmamos en la defensa del socialismo. Para acabar de una vez por todas con la miseria que la barbarie capitalista nos supone a los y las trabajadoras, el único camino es construir la sociedad comunista que supere la dominación burguesa y todas sus formas de dominación.

Gora Euskal Herria Askatuta!
Gora Iraultza Sozialista!