Quieren un Mosku sin represión ni control

Imagen de la movilización de los vecinos en octubre para denunciar la "violencia policial".

Imanol Saiz. bidasoa.hitza.eus.- Muchos vecinos y vecinas siguen denunciando que en los últimos meses se ha incrementado la presencia policial y que el barrio "ha sido cosido a cámaras". Piden un debate público sobre la ordenanza cívica municipal.

Muchos vecinos y vecinas se han mostrado muy preocupadas por algunas situaciones que Mosku de Irun ha tenido que sufrir en los últimos años. La persecución policial y el control que sufre el barrio han sido denunciados con frecuencia por los residentes en el lugar. Muchos creen que los continuos desplazamientos policiales y las cámaras de seguridad instaladas en el barrio son testigos de este acoso sufrido por los vecinos, entre ellos, Iker Eizagirre y Jone F. Zabaleta, residentes en el lugar.

Ambos han dado muchos ejemplos de ello. Por ejemplo, en el último año se han movilizado en dos ocasiones los vecinos; primero, un grupo de policías municipales y ertzainas por arremeter "violentamente" contra unos jóvenes, y segundo, para denunciar que un vecino fue multado por utilizar la calle para la reivindicación. «En los últimos años hemos salido a la calle para responder a estos dos ataques, lo que no quiere decir que hayan sido ni mucho menos casos. Es para muchos el pan de cada día», añade Zabaleta con rabia.

Al igual que en otras grandes ciudades, Eizagirre considera que Irun también busca «ciudadanos ejemplares», es decir, «productivos y consumidores» para el sistema. Pero Mosku sigue siendo para muchos un barrio que no quiere entrar en ese modelo, y por eso dicen que los lugareños y lugareñas sufren más represión. «Mosku siempre ha sido zona roja o contestataria, es un espacio urbano rebelde», añade.

Por si no fuera poco, Zabaleta ha afirmado que la ordenanza cívica de Irun es «muy restrictiva» porque hay que pedir permiso al ayuntamiento para realizar cualquier acción en la calle. «En la calle no se puede hacer nada», añade Eizagirre. Por lo tanto, como iruneses e irunesas han solicitado al Ayuntamiento que se controle al menos «la agresividad y violencia injustificadas que padecen muchos policías locales» y que se fije un objetivo más ambicioso, «que el contenido de la ordenanza cívica se traslade al debate público, porque las calles son de todos y todas».

Noticia publicada originalmente en Bidasoa Hitza el 11 de enero de 2021

Etiquetas: