Irun Palestinarekin Ekimena. Larreaundi-Olaberria Auzo Elkartea.- El Estado Sionista de Jerusalén lleva ocupando Palestina desde 1948. O lo que es lo mismo: 76 años de historia de Israel llevando a cabo políticas para erradicar un pueblo. Tras lo ocurrido el 7 de octubre de 2023, el gobierno de Netanyahu consideró que era el momento de llevar la masacre al extremo. Tel Aviv lanzó un genocidio planificado contra el pueblo palestino con el visto bueno de muchos países occidentales.
Después de un año, el saldo del genocidio es escalofriante: al menos 42.000 personas asesinadas, 17.000 de ellas niños y niñas. Además, 100.000 personas sufrieron heridas graves o amputaciones. Gaza estaba completamente masacrada y bajo el bloqueo, Israel había impuesto todas las condiciones para la propagación de enfermedades y hambrunas. Por si fuera poco, la sangría se había ofrecido diariamente por televisión. Cada día la mayoría de los medios abordaban la naturalización total de la violencia.
Ante esta situación, desde la Asociación de Vecinos y Vecinas de Larreaundi-Olaberria resolvimos que teníamos que hacer algo. Para añadir la gota que nos correspondía a la ola de solidaridad que se extendió tanto en Euskal Herria como en el mundo. Sin grandes pretensiones, pero desde la responsabilidad.
"¿Qué hacer? ¡Un mural!". Esta fue la propuesta que se impuso en la asamblea vecinal. Pensamos, "lo diseñaremos con la ayuda de un artista del barrio, e invitaremos a los colegios, agentes, asociaciones y vecinos del barrio a llevar a cabo el mural. ¡Será un auzolan de solidaridad!".
En busca de compañía para este viaje, nos enredamos con la iniciativa Irun-Palestina. Y desde entonces acordamos trabajar conjuntamente el mural comunitario. Comenzamos la elaboración. En un par de semanas teníamos todo preparado: el diseño, la pared seleccionada, la relación con dos colegios, la compra de material... ¡Hasta se habían puesto días de auzolan!
Recibimos la prohibición cuando estábamos empezando. "Se desestima" decía el papel oficial del Ayuntamiento de Irun. Es decir: el Ayuntamiento de Irun nos denegaba la realización del mural propuesto en la pared solicitada. "¿Por qué? Es un mensaje de paz y libertad, una iniciativa vecinal contra un genocidio", pensamos. Como no se daba ninguna explicación con la notificación de la prohibición, buscamos explicaciones entre los y las responsables municipales. Finalmente, llegamos al responsable político del área. Concertamos una reunión cara a cara.
"El Ayuntamiento tiene un criterio claro en este tema", nos dijo el responsable del departamento, "no se va a alinear con ningún lado". Punto. Según el responsable municipal, eso lo explicaba todo. "¿Pero cómo... entonces es igual el que provoca y sufre el genocidio? ¿El que lanza y recibe bombas?", preguntamos. Nos contestó que la Junta Municipal había aprobado una moción (con el apoyo de PSE, PNV y PP) en la que se definía esa postura. "En cualquier caso" le respondimos que "el mural no es una iniciativa que hace el Ayuntamiento, sino iniciativas de una Asociación de Vecinos y Vecinas e Irun con Palestina, y con la prohibición del mural estáis imponiendo vuestro criterio a otros agentes; y eso... se llama censura política" añadimos. El responsable municipal argumentó: «Las paredes públicas son del Ayuntamiento y el Ayuntamiento decidirá qué se puede hacer en ellas y qué no». "¿Cómo? Que el espacio público patrimonio de los y las irunesas es propiedad del Gobierno Municipal que se encuentra temporalmente!? Una cosa es ser responsable de la gestión, otra entenderla como patrimonio propio y utilizarla a su antojo. Además de forma ideologizada", añadimos.
En vano se había dicho la última palabra.
El responsable municipal de Irun nos ratificó frontalmente la prohibición: “El mural del barrio que pedía paz y libertad estaba censurado. Salimos de la reunión destrozados y destrozadas, crispadas y preocupadas: la censura a la solidaridad que vemos en televisión, tanto en Francia como en Alemania, funciona también en Irun. A su manera, claro, pero en una forma muy coercitiva: ¡imagínate, hasta el punto de prohibir un modesto mural de un barrio!”
Estas camisetas son la respuesta a esa censura. Fue diseñado para estar en una pared de Larreaundi, sin embargo, hemos decidido multiplicar la imagen. Con tu camiseta, te solidarizarás con el pueblo palestino y apoyarás a las asociaciones que trabajan solidariamente. Además, cada vez que te lo pongas vas a romper la mordaza que el Ayuntamiento de Irun ha puesto al diseño, que no está en la pared, porque va a ir y venir contigo.
Si desea reservar la camiseta puede hacerlo en el teléfono 653862445