EGUZKI.- En los últimos años han proliferado en el medio rural, tanto en el terreno privado como en el público, chabolas y construcciones similares, de diferentes tipos y dimensiones, junto con huertas.
Todo ello, entendemos que se está realizando sin ningún tipo de autorización, es decir, incumpliendo la normativa vigente para los usos y actividades en suelo rural. Esto nos preocupa sobremanera, ya que la actividad incontrolada que se realiza en el mismo provoca contaminación del suelo, contaminación del agua, acumulación de residuos de distinta índole, degradación visual del paisaje, etc.
Los ayuntamientos deben corregir esta situación a la mayor brevedad posible en aplicación de la normativa vigente, ya que, de lo contrario, si se sigue la dinámica que se viene dando en los últimos años, la solución de la situación se verá dificultada y aumentada por la creciente y preocupante magnitud de los efectos (contaminación de distinta índole) que hemos mencionado.
Los ayuntamientos tienen conocimiento de esta situación ilegal, no es algo que ocurra de forma encubierta y tienen la responsabilidad de hacer cumplir la normativa. Los ayuntamientos, en las zonas que son urbanas o urbanizables, son más exigentes con el cumplimiento de las normativas, mientras que en el suelo rural (a la vista de lo que denunciamos) parece que miran hacia otro lado.
Se desconoce si la citada actitud se debe a la escasez de medios y recursos para controlar y corregir la situación, pero esta no debe ser la excusa para abordar el tema.
Eguzki ha solicitado a los ayuntamientos de Oarsoaldea y Bidasoaldea que, sin perder el tiempo, comiencen a dar pasos para corregir la situación. En ese trabajo y en la medida en que se trata de terrenos rurales, debería lograr la complicidad de la Diputación.