Igualdad y tradición han vuelto a desfilar juntas.
Junta del Alarde Igualitario.- Un año más, el Alarde igualitario ha desfilado para demostrar que la igualdad y la tradición pueden caminar de la mano. Ha sido, una vez más, un día de fiesta inolvidable donde las catorce compañías y unidades — este año se ha estrenado la compañía de Meaka— lo han dado todo para que la fiesta, el encuentro y la emoción se impongan sobre cualquier dificultad.
Atrás van quedando los tiempos en los que se podía insultar, señalar e incluso agredir a las mujeres sin que ello tuviera ningún tipo de condena política o social, instalándose en el imaginario colectivo como algo legítimo y normal. 29 años después, el respeto va ganando terreno. El tiempo de los y las intransigentes y de quienes han hecho de la discriminación su seña de identidad se va acortando, y su seguimiento es cada vez más minoritario.
Es una carrera de fondo que estamos ganando, y ya se aprecian muchos signos en la sociedad irunesa que así lo demuestran. Este Alarde sigue creciendo y ganando en participantes, compañías, apoyo en las aceras y en la sociedad. También, cada vez son más los hombres que optan por abandonar un Alarde discriminatorio para incorporarse a este, que defiende la igualdad y no excluye a nadie. Cada vez es más difícil justificar que allí donde desfila el hermano o el padre no pueda hacerlo la hermana o la madre por el simple hecho de ser mujeres.
Tenemos que dar las gracias a todas y todos los que han tomado parte en este estupendo Alarde, y también a todas las personas que, desafiando unas temperaturas imposibles, han aguantado en las aceras para hacernos llegar su apoyo y cariño. ¡GRACIAS!
Queremos agradecer desde aquí el trabajo de tantas mujeres y hombres que con toda discreción trabajan incansables desde las diferentes comisiones a lo largo de todo el año para hacer posible que el día 30 tengamos un Alarde.
Este año son muchos los mandos de nuestro Alarde que lo dejan para dar paso a otros nuevos. Nuestra voluntad de que la rotación en los mandos sea uno de nuestros pilares es algo que le da vitalidad, pluralidad y fuerza al Alarde. Gracias a todos los mandos que nos dejáis este año; gracias por vuestro entusiasmo, coraje y buen hacer. Sin vuestras ganas y trabajo no habría sido posible.
Por último, reiterar una vez más que vamos a seguir pidiendo a este Ayuntamiento que organice un Alarde Municipal donde tengan cabida todas las personas. La Alcaldía no puede decir que cada persona puede celebrar la fiesta como más le guste, porque solo hay un Alarde que permite a las mujeres participar en él, y es gracias a un grupo de voluntarias y voluntarios que, con el apoyo financiero de la Diputación Foral de Gipuzkoa y Emakunde, dedican tiempo y esfuerzo a organizar un Alarde paritario. Y esa obligación corresponde a la institución, al Ayuntamiento, que tiene la tarea de remover los obstáculos y trabajar para que las mujeres de su ciudad puedan el día 30 desfilar en el Alarde en igualdad con sus conciudadanos varones.