Un nutrido grupo de personas se concentró en Mosku en contra de las guerras imperialistas y quienes las provocan. Igualmente pidieron parar el genocidio que se está produciendo en Gaza mostrando el apoyo firme al pueblo palestino y la solicitud de pedir el boikot activo a Israel y el sionismo. En el trascurso de la concentración se leyó una carta a Palestina que reproducimos aquí.
Carta de Palestina a Irun
Estimados y estimadas presentes...
Un saludo cordial a toda la población de Euskal Herria y en especial de Irun que hoy siguen movilizándose por el pueblo palestino, contra la violencia del sionismo y la guerra colonialista.
Compañeros y compañeras
El régimen de ocupación sionista lanzó una nueva guerra, además de la serie de guerras y agresiones ya libradas contra los pueblos de la región, Irán fue agredida con una serie continua de ataques que comenzaron en las primeras horas del 13 de junio de 2025, cometiendo una serie de crímenes de guerra, con el apoyo y la cobertura de la administración estadounidense y otros socios de los principales gobiernos coloniales occidentales. El curso de la agresión se cambió rápidamente con la participación directa estadounidense con el bombardeo de los sitios nucleares iraníes.
Esta guerra se estalló después de casi dos años de una continua guerra de exterminio librada por la ocupación contra nuestro pueblo palestino en Gaza y contra toda la Palestina ocupada, así como la agresión diaria que se mantiene contra el Líbano, Siria y Yemen. Ha llegado en un momento crucial, sirviendo como una nueva cubierta para que el gobierno de ocupación fascista consolide el apoyo interno y el respaldo de sus partidarios imperialistas. Esto ocurre en un momento en que los cimientos del apoyo interno y externo para su guerra de exterminio contra el pueblo palestino comienzan a debilitarse.
El sistema colonial, a través de sus herramientas, principalmente el proyecto colonial sionista y su arsenal militar, continúa librando guerras coloniales integrales contra los pueblos de la región.
Su objetivo es exterminar al pueblo palestino en primer lugar, preparando el camino para una limpieza étnica a gran escala. Además, busca destruir cualquier elemento de vida, avance y desarrollo de los pueblos y países de la región, con el fin de colonizarlos durante el mayor tiempo posible. Actualmente, está atacando a los países y pueblos de la región, exigiendo que abandonen los recursos de su supervivencia, y los amenaza con la destrucción y el exterminio si no se someten a sus condiciones mortales. Esta conducta restaura el discurso y la práctica que prevalecieron en las invasiones coloniales, derrocando todos los estándares, leyes y normas internacionales que la humanidad ha buscado y tratado de establecer.
Ante esta amplia invasión colonial, los pueblos del mundo árabe y la región de Asia Occidental luchan valientemente no solo en defensa de su existencia en su tierra o soberanía, sino también defensa de todos los pueblos del sur global, que están sujetos a la esclavitud y colonización en los países imperialistas occidentales, liderados por los Estados Unidos y el Reino Unido.
En el marco de esta firmeza humana de los pueblos contra al brutal ataque colonial, la resistencia en la región, liderada por la resistencia palestina, logró enfrentar la sangrienta máquina colonial imperialista. Irán, a su vez, logró la firmeza y la cohesión gracias a la gran solidaridad de su pueblo, que se aferra a su historia y a los valores de civilización profundamente arraigados. Esto se evidencia en la implementación de operaciones legítimas de autodefensa contra las bases de agresión y los sistemas de arsenal militar sionistas plantados por el sistema colonial imperialista en la Palestina ocupada.
La agresión sionista contra Irán y la que ha inicio así dos años en la continuación de la guerra genocida en la Franja de Gaza han roto muchas fronteras. En primer lugar, han puesto en peligro los pilares sobre los que se basó el orden mundial después de la Segunda Guerra Mundial, patrocinado, apoyado y participado por los Estados Unidos de América y los gobiernos coloniales europeos. Esto ha abierto la puerta a un conflicto internacional que trasciende las fronteras regionales. En este camino, los gobiernos coloniales no han dudado en tomar una posición que borra todas las ilusiones sobre las diferencias entre su naturaleza y la del Estado ocupante. Los líderes de los gobiernos europeos han declarado abiertamente que esta agresión es el “trabajo sucio” llevado a cabo por el Estado ocupante en su nombre, como expresó literalmente el canciller alemán.
En medio de esta situación, el sufrimiento de nuestro pueblo palestino se exacerba bajo el fuego de la continua guerra genocida del Estado ocupante, con el apoyo y patrocinio de Estados Unidos y las potencias coloniales. Después de casi dos años de guerra de exterminio, las masacres diarias y la destrucción integral de todos los elementos de la vida se han visto agravadas por el hambre, la asfixia y la muerte como nuevas armas de exterminio. La administración estadounidense participó y sigue participando en la construcción de un nuevo sistema de asesinatos, que nuestro pueblo en Gaza ha denominado “trampas de la muerte”. Estas trampas atraen a la gente a través de anuncios que prometen alimentos en cuatro centros de distribución, para luego dispararles, lanzarles proyectiles e incursionar contra ellos, matando a tantos como sea posible en un ritual brutal que encarna la naturaleza de este enemigo colonial y pronuncia públicamente sus objetivos.
A cambio de todo esto, las fuerzas de resistencia y los pueblos de nuestra región luchan valientemente contra esta campaña colonial integral. Cada día, demuestran un enorme coraje y una firmeza legendaria, aferrándose a su tierra, existencia y derechos. Si bien las posturas políticas pueden parecer insuficientes para describir esta realidad, pero la pura postura humana que hoy los padres, madres y hermanos defienden la vida de sus hijos en Palestina, Yemen, Líbano e Irán es un testimonio de su compromiso y coraje sin presidente, encarnando un modelo de resistencia humana contra la brutalidad, el colonialismo, el genocidio y la invasión.
En este contexto, las diversas fuerzas políticas, partidos y grupos del continente europeo y de los Estados Unidos tienen una clara responsabilidad política. Estas brutales campañas coloniales se llevan a cabo en nombre de estas naciones y pueblos, se benefician de sus recursos y capacidades, y están dirigidas por gobiernos que representan a estos países, lo que se requiere que se enfrenten a estas campañas, no solo por una necesidad moral, sino también por un interés humanitario colectivo de todos los pueblos del mundo en contra del colonialismo, la explotación y el salvajismo deben ser condenados, ya que continúan valorando guerras cuyas repercusiones pueden extenderse a todos los rincones del mundo.
El éxito de esta resistencia, adoptada por los pueblos de la región, requiere mucho más que el coraje individual y colectivo de aquellos que están bajo el fuego de los bombardeos y amenazados por las flotas de invasión colonial estadounidense y europea, y los aviones de la ocupación sionista terrorista. Necesita un avance real de todas las fuerzas que creen en la justicia y la humanidad. Los partidos y las fuerzas libres, progresistas y que creen en el derecho de los pueblos a existir y la soberanía sobre su destino, deben confiar en sus acciones, sus seguidores y sus comunidades, en sublevación frente a los gobiernos coloniales y su brutal campaña. Deben aislar a la entidad sionista criminal e imponer un bloqueo militar integral para apoyar a los pueblos de la región en su victoria sobre el monstruo imperialista mundial. De esta manera, los pueblos de la tierra alcanzarán su supremo objetivo de tener un mundo en el que la libertad, la paz y la igualdad prevalezcan entre los pueblos.