La presencia de los nazis en la frontera

Militares nazis de vigilancia en Hendaia, junto al Puente internacional, en los momentos previos a la celebración de la ceremonia oficial de ocupación de la frontera francesa por el Tercer Reich (29 de junio 1940). Original propiedad de Ricardo Campo. Fototeca Municipal de IrunMargarita Birabarki.- La presencia de los nazis en Irun, desde el mismo 1936, es un hecho. Su presencia era militar por un lado y económica por el otro.

Hoy vamos a hablar de la presencia económica. Había empresas de transporte como Transportes Marion fundada antes de la guerra civil, Transportes Iroma… En la minería, Minas Irun-Lesaka SA, fue comprada, lo hacían en todos los sitios de Gipuzkoa. Y cómo no, el paso de mercancías alimenticias hacia Alemania era constante.

Todo este tipo de empresas estaba bajo el “paragüas” del holding Sofindus (Sociedad Financiera e Industrial). Empresa que en la postguerra civil abarcó a la mayoría de empresas que quedaron de pie. Siempre te encontrabas algún alemán dentro del organigrama de la empresa. Cuando ocuparon Francia, su presencia entre Irun y Hendaia fue constante.

Sofindus destacó, durante un tiempo, a Hans Matthauss como jefe interino a Hendaia. Éste era agente activo de la Gestapo, tanto en España como en Portugal. El control de las mercancías y, sobre todo, de los minerales, de los cuales, el wolframio era el “rey” hacía que su presencia con plenos poderes de la empresa fuera de suma importancia.

Sofindus fue un conglomerado empresarial de origen germano que prácticamente monopolizó las relaciones económicas entre España y Alemania, durante la IIGM.

La empresa fue controlada por Johannes Bernhardt, que por méritos contraídos fue nombrado general honorario de las SS. Nunca fue extraditado.

Esta empresa funcionó como una “tapadera” para sus actividades de inteligencia.

El wolframio tuvo en Irun fuerte protagonismo, debido al precio que pagaba Alemania, el mercado negro funcionó muy bien. De hecho, en Behobia pasaron camiones con el material de forma clandestina, ya que el gobierno de Franco se había vuelto neutral.

La presencia de militares alemanes, en papel de controladores de mercancías se repetía, tenemos a Edgar Lohse, delegado de transporte de la Comandancia de Biarritz, con plaza en Hendaia, ejerciendo el control exhaustivo de los envíos. Trabajó también para Minerales de España y Transportes Marion. Vivió en Irun.

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