¡Que siga rulando!

Fue Max Weber quien, en su libro El político y el científico, introdujo la distinción clásica entre quienes viven para la política y quienes, por el contrario, lo hacen de la política. Este es un país donde los jóvenes, investigadores y profesionales cualificados, se ven obligados a buscarse la vida muy lejos de sus familias , donde las mujeres y hombres de mediana edad se hallan condenados al desempleo más tenaz mientras que los advenedizos y aduladores, carentes en muchos casos de la formación educativa más elemental y, desde luego, de escrúpulos de cualquier clase consiguen nombramientos a dedo para puestos pomposos, huecos e innecesarios casi siempre aunque, eso sí, dotados de suculentos emolumentos.

Una vez se ha conseguido medrar en el interior del partido político correspondiente, estructuras jerarquizadas y antidemocráticas que tan sólo fomentan la obediencia ciega, la disciplina embrutecedora y el vasallaje más rastrero, se penetra en una espiral segura de puestos y funciones que le garantiza a una no tener que volver a experimentar nunca más los sinsabores y angustias de quienes tienen que buscar un empleo. Un día se es adjunto para la dirección de una fundación benéfica para la cooperación internacional, al día siguiente se transforma una en subdirectora provincial para la infraestructuras ferroviarias para, un tiempo después, dirigir la concejalía de cultura de un municipio en el que nunca antes se había vivido y, por qué no, ser nombrado al fin responsable de urbanismo en otra ciudad aún mayor y más desconocida. Todo vale, señoras y señores. Y no hace falta irse muy lejos para tomar conciencia de esa situación, penosa siempre y especialmente dolorosa ahora, cuando la economía mengua, nos recomiendan ahorro, nos recortan derechos y las hileras de desempleados crecen sin parar. Estoy segura de que muchos recuerdan los nombres de algunos concejales que gobernaron nuestra ciudad bajo el mandato del Sr. JAS, a pesar de que algunos de ellos vivían al otro lado de la muga (y eso que, luego, por un extraño mecanismo, conseguían ejercer el derecho a voto en Irun). ¿No me dirán que no les suenan los nombres de Félix Asensio, Goizane Álvarez, Maite Cruzado o Fernando San Martín? Después de muchos años de beneficiar a las irunesas con su pericia e inteligencia sin igual fueron eliminados del último equipo de JAS en aras de conseguir un peeling con el que rejuvenecer y dotar a su propuesta sempiterna de una pátina más social, acorde con la sensibilidad de los tiempos (el señor JAS es todo menos tonto, justo lo contrario que su fiel escudero). Alguno de ellos manifestó incluso, en vísperas de las elecciones municipales, que abandonaba la política para retomar su antiguo puesto de trabajo (sic)… Pues, de eso nada. Casualidades de la vida el señor Asensio ha sido nombrado Director de Medioambiente en la Diputación de Gipuzkoa; la señora Goizane Álvarez, Directora de Juventud y Deportes de esa misma institución; la señora Maite Cruzado, Directora de Turismo también en la Diputación; y el señor San Martín, Director de Cooperación del equipo de Denis Itxaso. Todo perfectamente legal. Irreprochable. No vayan a pensar otra cosa: están en esos nuevos puestos porque se lo merecen, porque su formación es la adecuada, sus conocimientos los necesarios, sus cualidades las exigidas. Son individuos extraordinarios...

Ya lo saben. Si tienen hijas e hijos en edad de merecer, déjense de estupideces. Nada de dedicarse a la física, la ingeniería, la medicina o, peor aún, de perder el tiempo en cosas inútiles como la filosofía, la historia o la música. Si lo que desean es garantizar un salario permanente y un porvenir brillante a sus vástagos, blindado a prueba de ceses, recortes y corruptelas, no hay mejor opción que la de afiliarse a un partido ganador. Bien lo sabe la muchachada de JAS.

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Comentarios

Muy oportuno el artículo, más si cabe después de ver los currículum de algunos y algunas en el portal de irun.eus en los que podemos comprobar como no tienen vida laboral fuera de la política. Es como si nada más destetarse ya tuvieran carné de partido. Eso si, aunque no dispongan de vida laboral fuera de la política tienen ya asegurada su jubilación Dios mediante. De profesión cargos políticos. Qué visión pueden tener de la realidad de miles de personas que no llegan a fin de mes, de lo que es el empleo o más aún la falta de este y las situaciones consecuencia de esta falta. No sé si casta o élite o qué se yo pero que están fuera de la realidad pegada al suelo seguro que sí.

 Ya que algunos parecen tener fijación con los concejales del PSE EE; que no con otros; pese a que son totalmente transparentes en cuanto a sus estudios y formación ya que figuran en la web del Ayto., me permito puntualizar lo siguiente.

  • Maite Cruzado Barrenechea había sido elegida a las Juntas Generales y ha cesado en este cargo para poder asumir la Dirección Foral de Turismo. Es Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y ha sido Periodista en Cadena Ser. Tiene un nivel alto de francés, medio de inglés y básico de euskera. Supongo que se habrán valorado sus competencias a la hora de elegirla para el nuevo cargo.
  • Goizane Álvarez Irijoa acaba de ser elegida concejal de Irún y ahora nombrada Directora de Juventud y Deportes. Es Licenciada en Derecho, UPV/EHU Enpresa Abokatutzan Unibertsitate Masterra, UPV/EHU Máster de Abogacía de la Empresa, UPV/EHU. Es euskaldun (lengua materna)   y tiene un nivel medio de inglés. Ha trabajado en el privado en Seguros Cahispa.
  • Fernando San Martín Gubía es profesor de profesión. Ha ejercido como profesor de religión y ética durante muchos años en Irún. No le es posible volver a su cargo anterior (veto de la Iglesias a su matrimonio). Habla francés.
  • Belén Sierra Cantalapiedra es pianista y colabora con numerosas Orquestas de Euskadi. Es Licenciada Superior en Música en las especialidades de Acordeón, Piano y Música de Cámara y ahora dedicará todo su tiempo a su  profesión.
  • Félix Asensio Robles es ingeniero de caminos, canales y puertos. Ha desarrollado su carrera profesional durante 10 años en el Grupo AGBAR y ha sido director de la empresa constructora posteriormente. Estuvo en la Diputación Foral de Gipuzkoa como Jefe de Servicio de Obras hidráulicas  y director de Puertos y Aeropuertos del Gobierno Vasco desde el año 2009 a 2013.  Con estos mimbres, debería poder asumir perfectamente su nuevo cargo en la Diputación.

Estas personas han ejercido su cargo de concejal con riesgo por su vida y acompañadas de guardaspaldas hasta hace poco.           Se entiende que alguno/a optara por vivir en Hendaya para intentar llevar una vida medianamente normal.

Espero que el seguimiento que se hace a los cargos de este partido se realice también con los concejales de otros partidos o parecería que hay un interés muy claro en perjudicar a un único partido.

Por otra parte, aquí no hay batallas con ganadores y vencidos, hay una ciudad, Irún, por la que hay que trabajar. Como dijo JAS: "Se trata de Irún".

Estimada Señora,

Gracias por leer mi artículo y por tomarse el tiempo de escribir su comentario. Lamento que no haya entendido el mensaje de mi escrito. Estoy persuadida de que ello se debe a mi falta de pericia a la hora de expresarme así que, si me lo permite, trataré de exponer mejor mis ideas.

En primer lugar, no tengo (al menos que yo sepa) ninguna fijación por los concejales del PSE. Mis críticas se dirijen a ellos porque pertenecen al partido que gobierna la ciudad en la que vivo y, por tanto, es la experiencia política que conozco de más cerca. El día en que haya un cambio de partido en el gobierno, y siempre que no esté de acuerdo con lo que hagan, dirigiré mis discrepancias a los concejales de esa otra formación. Mientras tanto, es razonable que lo haga a quienes detentan en el poder.

El argumento principal de mi artículo no consiste en afirmar que los concejales o miembros del PSE de Irun desempeñan cargos sin tener estudios universitarios o méritos laborales fuera del partido. Una no es tan torpe. De haber querido insistir en ese punto no habría mencionado a los concejales que precisamente sí tienen esos estudios. Eso no significa, desde luego, que esos casos no existan. Sin ir más lejos, ¿podría decirme qué estudios o experiencia profesional al margen del partido tiene el actual teniente de alcalde? ¿y el anterior alcalde, señor Alberto Buen, que en la actualidad ocupa nada menos que el cargo de senador? O, por seguir en ese mismo partido ¿qué formación universitaria y experiencia profesional tiene el anterior Lehendakari, el señor Patxi López? Ya lo ve, no faltan ejemplos. Pero, insisto, no era eso lo que mi escrito pretendía subrayar.

Para aclararle mi posición permítame que tome el ejemplo del señor Fernando San Martín que usted ha mencionado. Dice usted que ejerció de profesor de ética y religión hasta que, debido a su matrimonio, fue vetado por el Obispado. Créame, lamento mucho esa injusticia aunque no deja de ser paradójico que el partido al que pertenece el señor San Martín sea en gran medida responsable de las prebendas y ventajas excepcionales de las que goza la Iglesia Católica en este país. Gracias a su papel en la negociación del Concordato del Estado Español con Roma, es el obispado de cada región quien decide los candidatos seleccionados para impartir esas asignaturas y, claro está, es esa institución la que puede también prescindir, por la razón que consideren, de ellos. Obviamente es una situación injusta y reprobable: es el obispado quien selecciona a su antojo a sus candidatos, que aunque se integren en centros educativos públicos no están obligados, como sí ocurre con el resto de docentes, a pasar un concurso de méritos o ganar una oposición; es el obispado quien, en contra de lo que sucede en el resto de materias, diseña el contenido de la asignatura sin que intervenga para nada el ministerio o la consejería de educación; ahora bien, los salarios de esos docentes corren a cargo del erario público y no de la Iglesia Católica como sería natural. Esa situación, excepcional y aberrante, ofrece una suerte de analogía con lo que yo pretendía denunciar.

En el sistema actual, los partidos políticos tienen la capacidad legal de designar a su antojo, sin que sea necesario pasar ninguna prueba o concurso público, a los candidatos para un número importante de puestos que desempeñarán sus funciones en la administración. Al contrario de lo que sucede con los funcionarios, éstos cargos "de confianza" pueden ocupar sus cargos independientemente de la formación educativa o experiencia que tengan. Constituyen una suerte de segundo cuerpo en la administración que, al contrario de lo que sucede con el resto de servidores públicos, depende únicamente de las decisiones de un partido político, es decir, de una entidad privada. Sin embargo, los salarios de esas personas no proceden de los partidos políticos sino, una vez más, del dinero público. El número de cargos de esa naturaleza así como sus condiciones salariales las deciden...adivine usted: sí, los partidos políticos. Así que resulta perfectamente posible, y ello es de hecho frecuente, que alguien que comienza a desempeñar un cargo electo o de libre designación pueda muy bien enlazar un puesto de trabajo tras otro durante toda su vida laboral. Con ello, se convierte de facto en un funcionario, con sueldo de funcionario (muchas veces superior) pero, esa es la clave, sin haber tenido que superar jamás el más mínimo examen público para determinar su preparación o valía; dependiendo tan sólo de las decisiones de un partido político, una institución privada. De ahí que sea posible que alguien con formación y experiencia en la enseñanza de la religión, por poner un ejemplo, sea concejal de cultura, responsable de urbanismo, consejero de economía, vocal de una empresa pública para la cooperación internacional, director de una agencia para la promoción del empleo, o presidente de una fundación para el desarrollo turístico de una comarca...

Espero que, a través de estos ejemplos y precisiones, haya quedado más clara mi postura.

Un último apunte. No pretendía juzgar las razones que le llevan a una a escoger vivir al otro lado de la muga. Son libres de decidir dónde residen. Ahora bien, me gustaría que alguien me explicara cómo es posible tener la residencia no ya en otra ciudad, que además pertenece en este caso a otro país, y poder ejercer su derecho a voto en Irun. Es un misterio. Quizás usted pueda explicarme tal procedimiento que, según lo veo, no parece adecuarse a los preceptos y normas legales.

Un saludo cordial,

Wu Ming

Disculpe, señora Tina, que vuelva a importunarla. Quisiera añadir unas líneas a mi comentario anterior. Además de los argumentos expuestos acerca de esa administración paralela que cobra suculentos salarios procedentes del erario público y que, sin embargo, al depender de los designios y voluntades de asociaciones privadas (partidos políticos), escapa a los procedimientos de control más elementales que imperan en los organismos públicos y que permite, en teoría, que alguien sin la más mínima formación y educación pueda enlazar puesto tras puesto gracias a los favores de esas instituciones privadas, es necesario señalar también otro hecho. El número de cargos designados por los partidos políticos a todos los niveles es bastante importante y su coste para todos nosotros elevado. Ese baile de puestos a dedo es nutrido y la música y el resto de la fiesta la pagamos entre todos. No sólo se trata de los cargos que aparecen consignados oficialmente en el ayuntamiento: concejales liberados, secretarios de grupo político, cargos de confianza, directores de área, chóferes, etc. Existen otras modalidades de colocar a sus gentes que son más opacas aún. Me permito remitirle a uno de mis artículos publicados en esta misma página acerca de las relaciones de parentesco entre algunos de los periodistas del Diario Vasco y los concejales y dirigentes del Ayuntamiento. Pero hay más. Muchas veces, para colocar a alguien de confianza en uno de esos puestos se ha de retirar a alguien que ya lo ocupaba antes. En muchos casos, la persona desplazada no se queda sin trabajo sino que, por arte de magia, encuentra facilmente otro cargo de confianza en otra institución dependiente del Ayuntamiento, por ejemplo. Si lo desea puedo enumerarle algunos de esos ejemplos que han sucedido en la ciudad de Irun pero le animo a que sea usted quien indague en esta cuestión por sí misma. Le invito a investigar un poco los cargos que figuran en algunas de la empresas públicas de la ciudad, administradas por tanto por el Ayuntamiento. Le daré alguna pista. Puede usted empezar por Aguas del Txingudi, empresa pública cuya junta general y consejo de administración está formado por concejales de la comarca y que está presidida por JAS, donde encontrará al hermano del señor Alcalde ocupando un puesto importante en el organigrama de esa empresa cuando dicha persona carece de estudios y formación. Investigue un poco e irá descubriendo más. Se lo aseguro.

Se despide atentamente,

Wu Ming

Su respuesta me ratifica en que el seguimiento es únicamente al PSEE EE. Me gustaría que se interesase también por la fuerte presencia de personas de otros partidos en las empresas de construcción por ejemplo.

En cuanto a los diplomas, formación y experiencia, recordar que se puede elegir a cualquier persona mayor de edad, si se le considera competente para el cargo. Esta igualdad de oportunidades me parece un gran logro democrático. En cuento al funcionario tiene la obligación de cumplir con los requerimientos de su puesto pero también se presupone que no estará trabajando únicamente 4 años, riesgo que sí corre el cargo electo.

Ha nombrado a tres personas que conozo y le aseguro que son personas que en la cercanía ganan mucho. He conocido a  gente mu

cho más diplomada, demasíada teórica y fuera de la realidad. No es el caso de estas personas. Y a la de elegir a quién me representa, yo lo tengo claro: apuesto por las personas.

El Sr. Alberto Buen Lacambra dejó su puesto de Senador en 2009 cuando se jubiló. 

Nada, se ve que mis intentos por aclarar mi punto de vista y hacérselos entender a la señora Tina han fracasado. Soy muy obtusa y no acabo de encontrar la manera. Haré un último intento y le prometo que, sea cual sea el resultado, guardaré silencio en este apartado de comentarios.

Salvo que un psiquiatra forense acreditado afirme lo contario, le juro, señora mía, que no padezco ninguna obsesión con el PSE y que mis críticas responden únicamente a que vivo en Irun y a que, para desgracia o fortuna, no he conocido otro partido en el gobierno de mi ciudad. Lo repito una vez más: el día en que sea otra formación política la que ocupe el poder en Irun será objeto de mis críticas al igual que ahora lo es el PSE. Se lo prometo.

Yo no pongo en pongo en duda que se pueda escoger, en unas elecciones, a un mandatario que carezca de formación y estudios. De hecho, la experiencia cotidiana aquí y en otros lugares lo confirma (nunca hemos tenido un presidente del gobierno que hablara correctamente inglés, por ejemplo). Puede que, como usted dice, ello sea un logro democrático. Ahora bien, queda por argumentar por qué razón aceptamos entonces como algo natural y deseable que en otros ámbitos de la vida profesional se exija formación, experiencia y méritos a los candidatos que optan a un puesto de trabajo y que, sin embargo, esa exigencia se relaje hasta el máximo en el caso de los gobernantes. Habrá que explicar a nuestros jóvenes desempleados, en muchos casos con trayectorias académicas y profesionales brillantes, por qué resulta más sencillo obtener un puesto de trabajo al amparo de una formación política que sin ella; por qué debe estar uno formado para hacerse cargo de una pequeña empresa y, en cambio, resulta posible convertirse en el máximo responsable del ayuntamiento de Irun, la mayor empresa de la ciudad en número de trabajadores y quizás hasta de presupuesto, sin que sea imprescindible demostrar antes su pericia. Por cierto, se equivoca usted cuando habla de elegir. Ni usted ni ningún votante de esta ciudad elige a los candidatos a alcalde o concejales de las diferentes formaciones políticas. Esas decisiones se toman de manera interna en el partido político, no se someten a elección de todos, y además casi siempre se hace de manera no-democrática, esto es, sin someterlo a votación entre sus militantes. De todas formas, no era eso lo que yo pretendía señalar sino, como ya he dicho aquí varias veces, el hecho de que algunos miembros de las formaciones políticas, instituciones privadas, puedan encadenar puestos y cargos -en muchos casos "de confianza", es decir, no electos- durante todas su vida laboral transformándose así en una especie de administración paralela que recibe sus honorarios a cargo del erario público pero cuya elección y mantenimiento en esos cargos depende exclusivamente del partido político, es decir, del ámbito privado.

Desconocía, lo reconozco, que el señor Buen se hubiera jubilado ya. Tal y como usted misma señala, parece que ese señor sólo ha abandonado su larga vida laboral viviendo de la política, acuérdese de las palabras de Max Weber que citaba al comienzo de mi artículo, cuando se ha jubilado. Lo razonable, a mi juicio al menos, sería que ello no fuera posible y que nadie pudiera ocupar un cargo político más allá de una o dos candidaturas al cabo de las cuales tampoco pudiera asumir otra función de esa naturaleza (cargo electo, puestos de confianza, etc.) salvo en su partido político y, por tanto, a cargo de las finanzas de esa formación. Esto es, que fuera posible vivir para la política sin poder vivir de ella. Desde luego, entiendo que no todos estén de acuerdo con esa posición pero no encuentro ningún argumento al respecto en sus escritos. Lamentándolo mucho, el que los gobernantes que usted conoce sean buenas personas, no lo pongo en duda, no es una razón ni constituye un argumento contra lo que yo he afirmado.

No le entretengo más. Y, le doy mi palabra, no volveré a insistir en explicarle mis ideas.

Atentamente,

Wu Ming

Yo tampoco alargaré la discusión pero me da la impresión Sra. Wu Ming que es le da Ud. que no se ha sentido siempre reconocida.  Simplemente, indicarle que en la misma empresa privada, existen muchos casos de personas que han empezado desde abajo y ahora son ejemplos para muchos:  Carlos Slim, Amancio Ortega o Will Gates (que no concluyó una carrera universitaria) o el hoy fallecido Steve Jobs. No hay que mezclar capacidad de emprender, conocimientos y diplomas.  Yo también considero que la educación es la mejor base para avanzar en la vida pero no siempre es suficiente y en esto los norteamerícanos nos dan lecciones. Valoran a la persona en su conjunto y no se limitan a analizar sus diplomas.

Ya me quedo más tranquila.

¡Por Adam Smith! Qué ejemplos de personas que se han hecho a sí misma y han adquirido la capacidad de explotar a millones de personas. Si ya lo decía la bruja avería ¡Qué viva el mal! ¡Qué viva el capital! y yo añadiría ¡Qué viva la socialdemocracia!!

Aunque me resulta extraño responder a una Taberna... quiero dejar claro que soy una trabajadora que ha estudiado algo gracias a becas y ayudas familiares y que sabe lo que es privarse.  Todo lo que tengo lo he conseguido con mi trabajo y así considero que debe ser.  Lucho por una educación laica, gratuita y de calidad, por una sanidad gratuita para todos, por la libertad de expresión pero también por el respeto a los demás, etc..

Por estas razones, me permito contestar a personas que no opinan como yo,...

Pues Taberna es un apellido como lo puede ser, por ejemplo, Gaztelumendi. http://www.apellidosvascos.info/2010/04/apellido-taberna.html

Incluso al parecer arraigado en el País del Bidasoa http://es.geneanet.org/genealogia/es/taberna.html

Corto y cierro.