Dicen que no hay bien que por mal no venga. Maldita la gracia, la verdad. Pero es cierto que en esta época en la que estamos podemos extraer multitud de iniciativas y lecciones en positivo. Muchas estaban ahí, en el limbo de lo deseable a la espera de lo posible. Nada como la necesidad para hacer virtud y ponerse a realizar lo posible.
Una iniciativa que siempre se ha tenido en ese limbo han sido los llamados bancos de tiempo. Estos, como el buen vino, parecen haber mejorado con el tiempo. Una de estas excelentes añadas, continuando con el vino, es la iniciativa de Trukeados, que ha pasado de ser una idea de un banco de tiempo donde sólo se dan intercambios individuales a poder realizarlos también de manera colectiva, creando lo que denominan comunidades. Todo ello en ausencia del "vil metal", únicamente compartiendo. Hemos hablado con este "grupo de soñadores y soñadoras" para que nos lo cuenten.