
Cuando parece que la "brillante" época del ladrillo y la construcción desmesurada ha concluido hay quién aún parece anhelar tiempos pasados. Hay que recordar que el un único propósito de esta política de construcción desenfrenada era el lucro a costa de un derecho fundamental como el de la vivienda. Hoy el gran conjunto de las personas debemos sufrir los embates de esta nefasta política. "Todos y todas contentas mientras el ladrillo no se detenga y la vorágine crediticia no tenga fin" parecía decirnos nuestros guías espirituales de la macroeconomía aplicada al latrocinio financiero en seductores mantras.
Teatro: Txoriburu.
La historia de un hombre de la Nafarroa de los años 50, un hombre que lucho por su sonrisa y se estrello en el metro de barcelona. Una vida cantada en jota-rap.