Movimiento de Pensionistas del TXINGUDI.- Nos hemos esforzado de forma muy responsable la ciudadanía en general, y las personas pensionistas en particular, atendiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias; y gracias a ello estamos entrando en las fases de desescalada. Pero debemos seguir vigilantes y actuar responsablemente porque el Covid-19 no está todavía controlado.

Un repunte del virus puede suponer nuevos contagios y fallecimientos, nueva saturación de las UCI y sobrecarga para un personal sanitario exhausto y diezmado por los contagios. Sería gravísimo y pondría en peligro la salud y la vida de miles de personas, la mayoría de ellas de edad avanzada; y Un paso atrás para la necesaria actividad de empresas, pymes, autónomos... tan necesaria para nuestro futuro.

No entendemos que en estos momentos tan trágicos no haya un mayor consenso entre las fuerzas políticas por buscar acuerdos en este tema tan prioritario. Nos gustaría que hubiesen tomado ejemplo de países como Francia y Portugal, por no ir más lejos, en los que el consenso ha sido la norma a la hora de buscar soluciones a esta terrible pandemia.

Seguimos exigiendo la necesidad de reforzar la Sanidad Pública y el sector público de atención a mayores, con los recursos humanos y materiales necesarios. Con un lema muy claro hay que primar la salud y la vida de las personas, sin dejar de lado por ningún motivo la de las personas mayores. Las personas pensionistas vamos a seguir respetando las reglas recomendadas por las autoridades sanitarias. Y con la misma responsabilidad, vamos a seguir defendiendo nuestros derechos y la defensa del sistema público de pensiones, dando especial importancia al derecho para que todas las personas puedan tener una pensión que les garantice una vida digna. Hay que acabar con las pensiones de miseria que sufren cientos de miles de pensionistas, mayoritariamente mujeres.

También vamos a defender que, en esa política de reconstrucción vital para la reactivación de empresas, pymes, autónomos, ... se respeten los derechos laborales, sociales y que nadie se quede atrás.

Por último, con la responsabilidad que hemos demostrado, tanto en nuestra vida activa como ahora, en estos difíciles momentos no vamos a tolerar ningún recorte sobre pensiones. Solamente apelamos a la Declaración Universal de Derechos Humanos, a la Carta Social Europea, a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico... Es decir, derechos humanos y sociales básicos a los que no podemos ni queremos renunciar.