Irungo Harrera Sarea: "La sociedad y las autoridades han normalizado la realidad migrante, la han invisibilizado"

imagen

En este 2022 menos personas migrantes que el año pasado han cruzado Euskal Herria rumbo a Europa. La Irungo Harrera Sarea ha recibido a unas 4.000 personas. En cambio, advierten de que el número de personas dublinadas se ha incrementado.

Comenzamos el año con dos muertos en el río Bidasoa. Y las autoridades se comprometieron entonces a intervenir en el lugar necesario para agilizar los controles en las fronteras. Pero ha pasado el año y no se han dado cambios en ello. En opinión de Irungo Harrera Sarea, ni por parte del Gobierno Vasco ni por parte del alcalde de Irun. Y es que "aunque se han reunido con el prefecto, la situación de tráfico que se produce como consecuencia de los controles y porque se bloquea la ciudad, la migración no está entre los temas de discusión de los problemas en las fronteras de las autoridades", dice Josune Mendigutxi, miembro de Irungo Harrera Sarea.

Por lo demás, a punto de redondear con los últimos datos de diciembre, cerca de 4.000 personas migrantes han sido acompañadas este año desde la Irungo Harrera Sarea. Desde que empezaron a recibir en otoño de 2018 realiza 30.000. "30.000 miradas, 30.000 historias, 30.000 tragedias", dice la voluntaria, "pero durante cinco minutos les seguiremos dando un poco de cariño y dulzura". De hecho, aunque se ha moderado el número de personas migrantes que han llegado a Irun respecto a 2021, la situación no ha variado sustancialmente.

Nos ha explicado que "en la frontera mantienen controles racistas y los devuelven en caliente. Siguen el río Bidasoa como pueden y poniendo en peligro su vida", dice Josune. Y aunque a Cruz Roja le sobran plazas en el albergue de Arretxe Gain, los y las voluntarias tienen que ayudar a las personas migrantes que dejan en la calle.

Más personas dublinadas

El único cambio se ha dado en las cifras de personas dublinadas. Según las leyes europeas, las personas migrantes necesitan solicitar asilo en el país en el que han entrado a Europa. Así, varias personas migrantes que han pasado por Irun se encuentran en la plaza varios meses después. La misma semana pasada, un chico que llevaba ocho meses en Burdeos volvió a aparecer en la plaza de San Juan ocho meses después de haber pasado la frontera.

En este sentido, se muestran preocupadas por parte de Irungo Harrera Sarea, ya que este es su quinto invierno, y "aunque la situación es grave, lo más grave es que las personas migrantes se han vuelto totalmente invisibles, ya no le sorprende verlo en la plaza o cruzar el río Bidasoa".

Publicada originalmente en euskera en antxetamedia.eus

Etiquetas: