Zaldunborda, 22 años… y un día

ZaldunbordaKarlos Murua y José Mª Aranburu. Miembros de Eguzki.- No, no tiene nada que ver con el resultado de una sentencia, aunque por los hechos que se describen bien podría ser una consecuencia. No, el enunciado tiene que ver con la incalificable gestión del enclave conocido como Zaldunborda en el término municipal de Hondarribi.

Se tienen noticias que ya en 1993 se procedía al depósito de residuos sin ningún control ni gestión, convirtiendo el mencionado espacio en un vertedero clandestino.

22 AÑOS. Sí, se han cumplido 22 años (junio de 1997) desde que el Director de Calidad Ambiental del GV informara al Ayuntamiento de la existencia del vertido clandestino y le solicitara que instase al propietario a la clausura y recuperación del espacio. Dos años después, el GV le reitera la notificación al Ayuntamiento, y es, en noviembre del 1999 cuando el Ayuntamiento informa al GV, que mediante decreto 997/99, insta a la propiedad a regularizar la situación y paralizar la actividad hasta la obtención de la necesaria licencia de actividad.

Sería muy extenso y tedioso el relato de lo ocurrido durante todo este tiempo, pero a modo de resumen, el sellado del vertedero ilegal a día de hoy sigue sin realizarse, y lo que es peor, que, en algunas ocasiones, se ha seguido vertiendo y además por parte de una empresa semi- publica (Servicios de Txingudi S.A.).

Y UN DIA. Si, frente a esa maquinaria pesada de la Administración para ejecutar resoluciones que buscan el cumplimiento de la legalidad vigente en materia de medio ambiente, se sitúa esa otra actuación de la administración Local que bate cualquier record en materia de tramitación. Con una velocidad ultrasónica sideral, el Alcalde de Hondarribi, (recordamos que en 1997 el Ayuntamiento tardo más de 2 años en notificar a la propiedad la resolución del GV para parar la actividad y recuperar el espacio), en un solo día, se dio entrada a la solicitud para el sellado, se emitieron los informes de los técnicos correspondientes y se dictó el necesario decreto. Todo ello con el claro objetivo de cometer un fraude de LEY, queriendo esquivar la legislación aprobada por unanimidad en el Parlamento del País Vasco el día anterior y supuestamente sin observar, a nivel local todos los requisitos de la tramitación para este tipo de proyectos.

Cuesta pensar que alguien pueda sentirse orgulloso de una gestión tan nefasta como esta, pero porque no, Trump en contra de la opinión de todo el mundo (igual que Txomin Sagazazu con zaldumborda) se siente orgulloso negando, algo tan evidente como el cambio climático.

¿Y si la legislación en materia de Medio Ambiente se aplicase con el rigor que se emplea para otras disciplinas? 22años… y un día.

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