#ViviendaDignaMJose La vivienda es un derecho, no una mercancía

Alquiler social para María José YA!STOP Desahucios Bidasoa.- Más de 30 días acampada en la Plaza Afrika, rodeada del cariño y muestras de solidaridad de personas conocidas y ajenas que se han ido acercando, charlando, opinando, dando ánimos y mucha, mucha energía. Pero también en este tiempo nos hemos ido encontrando con personas, grupos y con la institución municipal, que han inundado de toxicidad la plaza y los espacios de diálogo que hemos solicitado. Generando informaciones sesgadas e incluso difundiendo bulos sobre la situación y sobre las personas y grupos de apoyo a la lucha por la vivienda digna, a la que María José a puesto el cuerpo.

La toxicidad ha intentado impregnar la plaza de mensajes en los que se decía que el Ayuntamiento ha ofrecido una vivienda a María José y que ella la ha rechazado. Hay que ser muy poquito avispada para pensar que si una persona que se encuentra enferma y en precario rechaza una vivienda municipal gratuita es por que algo no encaja. El SR. JAS en un debate público, levantó las manos haciendo un gesto como si entre ellas portara unas llaves diciendo a María José y a las activistas que la acompañábamos que tenía una vivienda de emergencia social disponible para ella sola en el momento que ella quisiera. Y parte del aforo del C.C Amaia se nos echó encima. Acto seguido se nos pedían explicaciones de porqué seguíamos acampadas en la plaza cuando el Ayuntamiento estaba ofreciendo "una ayuda". Pues por eso mismo, porque un Ayuntamiento, cualquier institución pública debe estar para garantizar DERECHOS, NO PARA OFRECER MIGAJAS. Porque si ésta es su política, ¿a quién representan las instituciones públicas? Igual es que todavía no nos hemos enterado pues representan a los bancos, las grandes empresas, al capital financiero, a los fondos buitre, a la industria alimentaria que nos envenena diariamente, ...

La falta de acceso a una vivienda es un problema social, SI SR. JAS, social, NO únicamente de Irun, pero si la institución más cercana a las personas no activa los mecanismos necesarios para dar cobertura a las necesidades básicas: alimento, techo, salud,... ¿entonces?

Se nos reitera cual mantra la cuestión de: "no tenemos competencias". ¿Entonces un Ayuntamiento no puede garantizar derechos básicos? Pero, ¿por qué el Ayuntamiento de Irun tiene una Sociedad Pública de Vivienda si no tiene competencias? ¿Por qué entonces se hace campaña de la movilidad y el transporte si no tiene competencias? ¿o de la educación, la cultura, la lengua, la igualdad, los alimentos de KM.0,...?

Significativo es que IRUNVI sea una Sociedad Anónima UNIPERSONAL (S.A.U) Pues de unipersonalismos vamos bien servidas en este ayuntamiento. Igualmente significativo es lo de anónima pues nadie parece saber de su existencia ni para que sirve esta "sociedad de vivienda". Desde luego para generar políticas de vivienda para las personas no está.

Y entre los servicios de salud y los servicios sociales hay personas que quedan abandonadas y excluidas de una vivienda. La vivienda pública debería servir para dar respuesta a estas situaciones, no para venderla com vpo con se ha hecho durante décadas #ViviendaDignaMJose

— Albert Sales (@albertsc79) May 21, 2019

La culpabilización como maltrato

A nosotras nos parece que el "ruido" que se ha generado entorno a la acción VALIENTE y COHERENTE que María José está protagonizando, si ha conseguido intoxicarnos, entonces es que no tenemos claro que la defensa de las instituciones públicas a lo que tienden, díganse de Izquierdas o de Derechas es: la propiedad privada frente a la propiedad pública, a la privatización de las pensiones, la sanidad y la educación frente a la universalidad, al acceso público, gratuito y en igualdad de condiciones. La tendencia es a que la opinión pública no cuestione que las familias, las personas, no seamos capaces de, aún teniendo empleos, no podamos garantizar nuestro alimento (y el de la prole), el agua, la luz, la salud, la vivienda,...

Un ruido que cala profundamente en un ideario fuertemente arraigado en cada una de nosotras: el individualismo. Así si nos dicen que el problema es únicamente de María José: nos lo creemos. Y si nos dicen que es una egoísta pues se la ha hecho una oferta individualizada y la ha rechazado: nos lo creemos sin rechistar. Claramente es ella la que quiere continuar en la plaza, es su decisión individual. Pues sí, ha de ser una decisión que solo ella puede tomar pues es ella la que está poniendo el cuerpo, pero resulta que lo hace por una lucha que va más allá de su situación personal, es por el derecho a una vivienda digna. Y a pesar de ser una decisión dura, lo hace, con el apoyo de otras personas que entienden que es UN PROBLEMA SOCIAL Y NO PERSONAL.

Es triste comprobar como somos capaces de no cuestionarnos el mensaje y más si nos lo dicen unos dirigentes que han demostrado una y otra vez que no hacen nada por las personas más que insistirles constantemente que es su culpa y sólo su culpa. Son culpables de su empobrecimiento, de su falta de vivienda, de no tener empleo... Algo que no puede más que calificarse como maltrato. No sólo en Irun, podemos leer joyas como «Quien duerme en la calle en Vigo es porque quiere» de la diputada provincial y concejala del PSOE en Vigo. Vaya del PSOE tenía que ser.

El empobrecimiento existe aunque no se visibilice

Se interpreta que la normalidad es que el acceso a los bienes y servicios básicos para la sostenibilidad de la vida están garantizados. Porque vivimos en un territorio, sometidas a un Estado y a la Unión Europea. Por lo tanto somos un territorio privilegiado, que produce miseria en los países periféricos, pero no en nuestros barrios y pueblos. La POBREZA NO EXISTE, porque NO ES VISIBLE. Porque los poderes públicos se han entregado a ocultarla y porque quienes la padecemos también nos invisibilizamos.

Pero la realidad a la que nos enfrentamos como espectadoras es a la de que si no tenemos dinero, no tenemos pensión, salud, cultura, educación, vivienda, alimentación,... Y que a través del empleo, estas necesidades, que son nuestros derechos (por los que tanto cacareamos que pelearon nuestras abuelas) ya no nos pertenecen, no son accesibles, NO EXISTEN.

Y la particularidad del "caso", como les gusta decir a los Servicios Sociales es que María José es una mujer, migrante, madre sola, precaria y enferma. Componentes que la hacen pertenecer a la escala más baja del estrato social, sólo superada por las mujeres racializadas. Características que nos definen como personas y que nos excluyen como sujetos de PLENO DERECHO. Y que, ni la institución más cercana como es el ayuntamiento, ni la institución que defiende los derechos "ciudadanos": el Ararteko, ni la institución que se arroga y reserva las competencias de todo tipo: el Gobierno Vasco, ni el Estado, ni la Unión Económica Europea, nos reconoce, nos protege, nos ampara. En estos más de 30 días, nos ha quedado claro que las instituciones capitalistas, patriarcales y racistas ni nos representan ni nos defienden. Ni son democráticas ni lo pretenden. Y que mientras "la opinión pública" y "los votantes", no lo tengan claro seguiremos explotadas, marginadas, acusadas, señaladas, olvidadas, enfermas, abandonadas y solas.

Ni un negocio más con nuestras necesidades

Queremos VIDAS que merezcan la alegría de ser vividas

Si se puede pero no quieren

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