Erletxea.- Las compas de Argitan de Barakaldo lo tienen claro este 8 de marzo y todos los 364 días del año, “la pobreza tiene rostro de mujer”. Brecha salarial, pensiones inferiores, trabajo doméstico y de cuidados, empleos precarizados y mayoría de mujeres preceptoras de la Renta de Garantía. Así como luchar por un feminismo para vivir, un feminismo para resistir.
Erletxea.- El Gobierno Vasco ha decidido que este viernes 29 de diciembre sea el último ingreso de la RGI a final de mes. En este contexto la próxima retribución será el 10 de febrero. La intención de Lanbide es realizar los ingresos de la RGI y las ayudas al alquiler el día 10 de cada mes.
GEPE Bidasoa.- La charla tendrá lugar el lunes 27 de noviembre en los locales de Palmera Montero a partir de las 10,30 horas.
El ponente será Eduardo García, ex trabajador, técnico y experto en seguridad social y pensiones. Al final de la intervención del ponente, habrá un turno para preguntas y aclaraciones.
Movimiento Pensionista de Euskal Herria.- Este 29 de marzo, tres meses después de publicarse en el boletín oficial, entra en vigor la ley que regula la nueva RGI. Sustituye a la ley de 2008, cuyo artículo 20, de aplicarse ahora, garantizaría para una persona pensionista el 100% del SMI, es decir, los 1080 € mensuales en 14 pagas que llevamos años reivindicando. Un artículo 20 que el Gobierno Vasco anuló en 2019 para reducir el gasto social a costa, entre otros, del colectivo pensionista.
Erletxea.- Este lunes 17 de octubre se conmemora el “Día para la Erradicación de la Pobreza”. Desde el colectivo Erletxea quiere denunciar el acuerdo del Gobierno Vasco y Unidas-Podemos para reformar la RGI que finalmente “endurecerá los requisitos de acceso y recortar aún más los derechos del colectivo de personas solas, pensionistas y familias con menores a cargo, además de penalizar a las personas que comparten pisos de alquiler”.
El MPEH llevamos mas de cuatro años reivindicando una pensión mínima de 1.080 € en 14 pagas, por considerar que responde a los criterios de suficiencia fijados en la Carta Social Europea, es un ingreso básico para que una persona pensionista pueda hacer frente a una vida digna en su vejez, y es, además, una medida efectiva para reducir la brecha de genero en las pensiones.