Mugitu! Mugimendua.- Llevamos años en Euskal Herria alertando sobre el carácter destructivo del Tren de Alta Velocidad. El TAV mata montañas, valles, bosques, pueblos, caseríos, y ríos entre otras cosas. Las personas también son víctimas del TAV: más de treinta trabajadores han muerto en el tajo del TAV en el Estado, y seis de ellos en Euskal Herria. Y en Santiago, el TAV ha dado un salto cualitativo matando a casi ochenta viajeras y viejeros, dejando un reguero de más de cien personas heridas.
A medida que se alimenta con dinero el TAV el servicio que el tren convencional ofrece a la mayoría de la población va empeorando y reduciéndose, con lo que viajar en TAV deja casi de ser una opción al no haber muchas veces otra.