Un azor hallado muerto en Hondarribia, nuevo caso de especie protegida abatida a tiros en Gipuzkoa

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EGUZKI Grupo Ecologista y Antinuclear.- Eguzki ha denunciado ante la Fiscalía un nuevo caso de especie protegida abatida por disparos de escopeta. Se trata del azor de la fotografía que adjuntamos, hallado muerto el 13 de noviembre en la zona de Jaizubia, al pie de Jaizkibel, en el término municipal de Hondarribia.

Es el quinto ejemplar de especie protegida abatido a tiros del que Eguzki tiene conocimiento en lo que va de temporada de caza. El 6 de octubre fue un águila calzada (Hieraetus pennatus) recogida en Errezil; el 16, un elanio azul (Elanus caeruleus) en Segura; el 24, un halcón peregrino (Falco peregrinus) en Jaizkibel, y el 27, un gavilán (Accipiter nisus) en Usurbil.

Queremos insistir en la idea de que no es el quinto ejemplar de especie protegida abatido en lo que va de temporada, sino el quinto del que Eguzki tiene conocimiento. Y Eguzki tiene conocimiento solo de unos pocos. De hecho, recientemente hemos sabido que a Arrano Etxea de Igeldo llegaron el año pasado 33 aves tiroteadas, 21 de las cuales pertenecían a especies protegidas o no cinegéticas, entre ellas, nada menos que tres buitres leonados (Gyps fulvus). Y hay que tener en cuenta que incluso la cantidad de ejemplares que llegan a Arrano Etxea no es más que la punta del iceberg del problema, puesto que cabe suponer que muchas de las aves abatidas serán recogidas por quienes les hayan disparado (para esconderlas, disecarlas o para lo que sea) o se perderán entre la maleza.

Es decir, no se trata de “casos aislados”, sino de un problema crónico, al que la Diputación, que es la principal administración competente, no le presta la atención debida. Por eso celebramos que, a raíz de la muerte del halcón el 24 de octubre pasado (y, dicho sea de paso, en el contexto de nuestras denuncias ante la Fiscalía), decidiera abandonar su inacción y clausurara temporalmente varios puestos de la línea de Jaizkibel en cuyo entorno fue abatida el ave. Decíamos, y decimos, que falta por ver si es una manera de salir del paso, ante la acumulación de casos y las denuncias, o es consecuencia de que verdaderamente ha decidido corregir su política en este ámbito. Lo veremos más pronto que tarde. De momento, y en lo que al ámbito de Jaizkibel respecta, Eguzki ha solicitado una serie de informes: Eguzki solicita a tres ayuntamientos un informe sobre la situación de los puestos de caza en Jaizkibel.

No nos cansaremos de decir que atentar contra especies protegidas constituye un presunto delito contra el medio ambiente, que puede ser castigado incluso con penas de cárcel. Es verdad que suele ser difícil identificar a los responsables. Pero, con independencia de ello o en paralelo a ello, hay que visibilizar que no se trata de “casos aislados”, para nada, sino de un problema crónico con importantes consecuencias para la biodiversidad.

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