En verano los flujos migratorios no han cesado en el Bidasoa

imagen

Según el Gobierno Vasco, Cruz Roja atendió hasta mediados de julio a 4.500 migrantes. Irungo Harrera Sarea ha indicado que ha recibido a 3.000 personas en este periodo.

Hasta el pasado 19 de julio, durante el año 2022 la Cruz Roja atendió en Irun a 4.500 migrantes, según el Gobierno Vasco. Este dato se remonta a hace mes y medio y es probable que esta cifra haya aumentado bastante. Josune Mendigutxia, de Irungo Harrera Sarea (IHS), ha explicado que el verano pasado recibieron medio centenar de personas cada día, pero que en los últimos tiempos ha bajado el caudal: "A Irun están llegando unas diez personas cada día". La situación, sin embargo, no es tranquilizadora. «Hay mucha gente que está llegando a Canarias o a la península; Argelia ha abierto ahora sus puertas».

IHS ha tenido que comentar este dato aportado por el Gobierno Vasco. De hecho, según sus datos, hasta finales de julio la red ha atendido a 3.000 personas migrantes. Saben que son muchas las personas migrantes que avanzan sin pasar por la plaza. Pero, sin embargo, la diferencia suele ser mucho menor. De lo contrario, está atravesando el río Bidasoa una gran cantidad de personas migrantes. Debido al tiempo cálido, el río tiene menos agua, lo que da seguridad a las personas migrantes: en lo que va de año ya han muerto dos migrantes intentando cruzar el río. El cuerpo del primero fue hallado el pasado 30 de marzo, tras permanecer desaparecido desde el 12 de ese mismo mes. Dos compañeros de viaje que llegaron a Biriatou fueron los que avisaron de la desaparición. El segundo, en cambio, era un joven de veinticinco años, cuyo cuerpo fue hallado en el río el pasado dieciocho de junio.

El año pasado, Irun vivió el mayor flujo migratorio desde la expansión de la pandemia. En aquellas circunstancias, el peligro aumentó. Una muestra de ello es que siete personas han perdido la vida a lo largo de 2021. En abril de 2021 un joven eritreo se suicidó a orillas del río Bidasoa, donde el pasado mes de mayo fue rescatado el cadáver de un hombre de 28 años vecino de Costa de Marfil, así como un menor de 16 años rescatado en la zona de Hendaia. El ocho de agosto dos migrantes se lanzaron al agua y cuando un vecino se percató de que uno de ellos no aparecía, llamó a los servicios de emergencia. Sacaron el cadáver ahogado.

Dos meses después, el suceso ocurrió en Ziburu, donde pasaron la noche en las vías cuatro migrantes que fueron arrollados por el tren de madrugada. Tres murieron, y el cuarto resultó gravemente herido por el tren.

La última tragedia de 2021 tuvo lugar en noviembre, cuando un deportista que practicaba paddle surf a la altura de Endarlatza encontró el cadáver de otro migrante de Costa de Marfil, en la frontera entre Hego e Iparralde. También murió ahogado.

Criterios de Cruz Roja

La Cruz Roja no recoge en el refugio a todas las personas migrantes que llegan a Irun y las que lo necesitan, pueden pasar un máximo de tres noches. "Cruz Roja hace una acogida digna, pero sólo a los migrantes que cumplen los criterios".

Preguntado por Irizpideota, Mendigutxia explica que si es menor de edad, no caben. «Si llevan más de un año en el Estado español, incluidos Ceuta o Melilla; si son dublinadas, si no han solicitado asilo en el Estado español; o si no tienen documentación». Estas situaciones las controlan a través de los registros de entrada que realiza la policía.

A pesar de ello, Mendigutxia insiste en que hay algunas excepciones.

La comunicación como obstáculo

A veces, no es fácil la comunicación entre perosnas migrantes y activistas de la red. Mendigutxia pone un ejemplo: «Desde mayo ha llegado mucha gente de Sudán. No lo hacen en francés, y aunque hay quien se las arregla en inglés, quienes nos acompañaron sólo lo hacían en árabe». Esto ha dificultado la ayuda que la red ha podido ofrecer a las personas migrantes y muchas personas sudanesas, al llegar a Irun, han cruzado directamente el río. Afortunadamente, la relación es muy estrecha con los grupos de acogida del otro lado de la frontera. Es más, forman parte de la misma red, están en contacto permanente, lo que hace que la capacidad de ofrecer ayuda a las personas migrantes sea mayor. "IHS ha adquirido buen nombre en Estado español y el Estado francés. Saben que hacemos el trabajo y a medida que hemos ido creciendo hemos enlazado la colaboración con los colectivos del otro lado del Bidasoa. También se ha estabilizado la red en el Estado español, tanto en las Islas Canarias como en Ceuta y Melilla. Todo está muy unido ", añade el miembro de IHS.

El IHS surgió en un año en el que el flujo migratorio comenzó a crecer de forma significativa, en 2018. Desde entonces están en su camino ofreciendo ayuda a las personas migrantes que llegan a Irun: algo de ropa y comida, facilitando lugares para pernoctar o dando consejos para pasar la frontera.

Reportaje publicado originalmente en bidasoa.hitza.eus

Etiquetas: