Eguzki-Bidasoa.- En nuestra opinión SÍ. Con estupor comprobamos como, una vez más, uno de nuestros espacios Red Natura 2000 ve vulnerada su protección con la ejecución de obras que nada tienen que ver con su conservación o regeneración, sino al contrario.
Dragar el Bidasoa a la altura de Santiagotarrak supone de facto una actuación dentro del espacio protegido afectando negativamente a Hábitats de Interés Comunitario, como lo son Estuarios (1130) y Limos intermareales (1140). Estos hábitats están diagnosticados como escasos e insuficientes en el documento de RN 2000 que rige en Txingudi, catalogando su estado actual como “desfavorable” y requiere de actuaciones y medidas para alcanzar la calificación de “favorable”, obligación y compromiso de las administraciones públicas competentes de acuerdo a las Directivas Europeas que en el mejor de los casos están siendo olvidadas, cuando no se actúa en sentido contrario como es el presente caso.
En el estuario del Bidasoa no parece importar saltarse la normativa medioambiental como si esta fuera de rango inferior. Podríamos hablar de la plataforma peatonal construida sobre pilotes invadiendo el cauce del río bajo la interpretación torticera de la “conectividad de los espacios naturales de Txingudi” así como de alguna acción del proyecto de “ampliación de la laguna de San Lorenzo”.
Ahora el argumento es el pantalán para el club de remo
Cualquier actuación en un espacio RN 2000 cuyo objetivo no sea la preservación del mismo deberá estar justificado y acreditado como “Razones imperiosas de primer orden” (seguridad, salud infraestructuras críticas...) y además deberán adoptar “medidas compensatorias” que garanticen la conservación de sus hábitats, las especies que lo habitan y las dinámicas naturales que lo caracterizan.
No parece que nada de esto se esté cumpliendo con este dragado del Bidasoa. Además, se da la paradoja de que una de las razones imperiosas de primer orden citadas es precisamente: “Protección del medio ambiente: Regulaciones medioambientales para conservar el entorno.”
Es inconcebible que, ante uno de los mayores problemas con los que nos enfrentamos a nivel global y local que es la pérdida de biodiversidad, nuestras autoridades competentes en materia de protección del medioambiente, de facto actúen con proyectos contrarios a su preservación y protección.