Publicado originalmente en euskera. Ver abajo.
Desde la creación del grupo de WhatsApp "Lo Vimos en Irun", el pasado 5 de mayo, más de 700 personas se han unido al grupo que organiza patrullas los sábados. Tras las excusas para "garantizar la seguridad" y "prevenir delitos", el grupo es un caldo de cultivo de odio, aunque ni las instituciones ni la policía ven la necesidad de actuar.
Racismo, islamofobia, llamadas al asesinato y abusos de todo tipo. Se trata de los mensajes del grupo "Lo Vimos en Irun" de la aplicación de mensajería WhatsApp, donde se han intercambiado miles de mensajes, vídeos y fotografías desde su creación el pasado 5 de mayo. En este grupo de unas 700 personas se organizan las "patrullas vecinales" semanales, que se realizan los sábados por la noche en las calles de Irun desde mediados de mayo con el objetivo de prevenir delitos, en palabras de los organizadores. En la práctica, el grupo es un vivero de odio contra la población magrebí, y más allá de la simple observación en las patrullas, muchos han mostrado su intención de llevar a cabo ataques violentos. Una obsesión por los que llaman “alérgicos al moro o al jamón” se impone leyendo mensajes del grupo WhatsApp.
Antxeta Irratia ha pasado varias semanas en el grupo leyendo, clasificando e investigando los mensajes intercambiados en las últimas seis semanas y sus anexos. La conclusión es clara: las ocho personas con poderes de administrador en el grupo están impulsadas por una ideología cercana a la extrema derecha. Pese a reiterar que son "un grupo de ciudadanos sin ideología", quieren establecer una agenda política en Irun. Un administrador irunés es colaborador habitual de algunas televisiones del Estado español, experto mediático en seguridad educado en Israel.
Durante las primeras horas y días de "Lo Vimos en Irun" se intercambiaron los mensajes más violentos, con pocos miembros aún y sólo allegados a los creadores presentes. Así, el 7 de mayo uno de los participantes emitió el siguiente mensaje: "Hay un lugar en Aiako Harria que se reunirían rápidamente con Allah", adjuntando una foto de un barranco. A esta llamada de asesinato, algunos respondieron con sonrisas, y un compañero se quejó, exigiendo “respeto”. Este último fue expulsado del grupo inmediatamente. Semanas más tarde, cuando se referían a que una persona de origen magrebí presuntamente robada, otro compañero propuso a esta persona entrar en un local y prender fuego al lugar. A esto respondieron con corazones y aplausos a través de varios emojis.
¿Patrullas con chaquetas amarillas o armados?
La noche del 7 al 8 de junio, a las 00:30 de la tarde, un grupo de patrullas recorría la calle Aduana. A pesar de que los organizadores confirman que son identificables a través de estas chaquetas, en una foto compartida por un participante muy activo queda claro que el grupo andaba vestido de calle. En los mensajes precisaron que perseguían a un "marroquí" y después enviaron dos vídeos oscuros en los que sólo se oyen unos gritos en árabe al son. El segundo vídeo muestra a dos personas caminando tranquilamente, un joven y una chica. En los mensajes emitidos a continuación, un miembro de la patrulla advierte de que "les están rodeando" en tono de alarma, para a continuación decir que "todo está arreglado". Al parecer, un grito en árabe les llevó a asistir sin que hubiera más indicio.
Nada de chaqueta amarilla, pero en el equipo "Lo Vimos en Irun" sus integrantes han tenido decenas de mensajes e imágenes cruzadas asesorando sobre sprays y porras extensibles. Aunque muchos de aquellos instrumentos son legales para la defensa, también se puede leer alguna recomendación en tono de humor sobre los que son ilegales. Más grave aún, cuando la palabra "paliza" ha aparecido al menos seis veces en mensajes grupales, sin tener en cuenta otras iniciativas más graves.
Otro vídeo enviado el 24 de mayo muestra a un hombre corriendo tras otros dos en las inmediaciones de la plaza de Urdanibia. Atrapa a uno para volver a soltarlo en pocos segundos. Grabando el vídeo, al otro lado de la plaza, dos hombres, uno con el logo Punisher en la mochila, símbolo utilizado por grupos violentos de extrema derecha y varios agentes de policía de esa ideología. Antxeta Irratia no ha podido certificar cuándo se grabó el vídeo, pero las imágenes y mensajes de la patrulla nocturna del 7 de junio fueron transmitidos al grupo por el mismo participante.
A día de hoy, en el grupo "Lo Vimos en Irun" no constan evidencias de uso de violencia física en las patrullas de los sábados. En cambio, se leen numerosos intentos de intimidación, ya que muchas veces cuentan en tiempo real lo que los participantes ven y hacen. Hombres y mujeres han contado en las últimas semanas haber sido seguidas, rodeadas y retenidas. Cabe destacar que en la legislación española cualquier asociación de más de 20 personas es una concentración o manifestación, por lo que es necesario comunicarlo a las autoridades. Del mismo modo, retener a una persona en contra de su voluntad puede constituir un delito de detención ilegal, un delito al que se le puede aplicar una pena de prisión de entre cuatro y seis años.
Las instituciones, ciegas, mudas, sordas
Antxeta Irratia solicitó el pasado 21 de mayo al delegado de seguridad del Ayuntamiento de Irun una reacción sobre las "patrullas vecinales". Su responsable de comunicación nos hizo llegar la negativa del jefe de gabinete del alcalde. A la semana siguiente se volvió a solicitar directamente al jefe de gabinete una respuesta oficial del Ayuntamiento sobre el tema, que confirmó su negativa. El 12 de junio, en la rueda de prensa de presentación del protocolo de seguridad de Sanmarciales, se realizó una pregunta a la Alcaldesa de Irun, al Delegado de Seguridad, al Jefe de la Policía Local y al Jefe de la Ertzaintza de la comisaría de Irun. Este último, Andoni Urdangarin, afirmó en la respuesta que no dan "importancia" a algunos ciudadanos que "asean con unos chalecos por los barrios de Irun". También explicó que no han tenido noticias de ellos porque, según dijo, no les han llamado, y que "si ven algo, [saben] qué hacer, llamen a la Ertzaintza o a la Policía Municipal".
Pero, desde el 24 de mayo, varios mensajes compartidos en el grupo “Lo Vimos en Irun” van en la dirección contraria a lo que dice el Jefe de la Ertzaintza, Urdangarin. Aquel día, un mensaje enviado sobre la patrulla de la víspera decía: “Lo de ayer fue muy bien, colaboramos con la policía y ya nos conocen como grupo. (…) Nos pidieron que nos avisaran directamente la próxima vez que veamos iguales”. En la patrulla del 7 de junio, varias personas también compartieron en grupo el destino de los ertzainas, señal de que al menos habían realizado una llamada.
Islamofobia, en una plaza pública de 700 personas
Debido a la obligación de los fieles musulmanes de no comer cerdo, en WhatsApp llaman "alérgicos al jamón" a todas las personas de origen magrebí. Algunos de los integrantes del grupo proponen, entre otras cosas, "meter un jamón por el culo" o "tirar una magra entera encima". Golpear, tirar por un precipicio, y expulsar a todos de Euskal Herria también son propuestas habituales entre los integrantes de "Lo Vimos en Irun". Se trata de un grupo de acceso público anunciado en varias redes sociales y en la calle a través de carteles, mensajes que pueden ser clasificados como delitos de odio. Ni el Ayuntamiento de Irun ni la Ertzaintza han visto la necesidad de actuar de momento
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