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La Audiencia Nacional española reconoció por primera vez las torturas y dictaminó que se le había dado "un trato inhumano". El fiscal ha interpuesto un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

El fiscal de la Audiencia Nacional española ha anunciado que recurrirá en casación la sentencia que determinaba que la presa vasca Iratxe Sorzabal fue torturada. Fue acusado de participar en un atentado cometido por ETA en 1995. La sentencia determinó que había sido objeto de un "trato inhumano" cuando fue detenida e incomunicada en 2001, por lo que fue absuelta al considerar que lo allí dicho carecía de validez jurídica.

El fiscal recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo. Entre los argumentos para recurrir cita que el juez no estima como prueba la carta remitida por Sorzabal a ETA. Sorzabal declaró en el juicio que en esa carta contó qué acciones de ETA le dijeron los guardias civiles durante el periodo de incomunicación y qué torturas le hicieron para que lo dijera. Según el fiscal, "la sentencia afirma, sin fundamento, la existencia de una presunta vinculación indirecta contraria a los criterios jurídicos entre la declaración policial de maltrato y la carta".

Según la sentencia, en la resolución se afirma que aquella carta debe ser declarada nula por considerar que la sentencia utiliza el único argumento para absolverla: "Entendemos que defectuosa, pues dice que si la acusada no hubiera declarado en comisaría no habría escrito a mano aquella carta que escribió sin indicios de maltrato".

El fiscal concluye que escribió esa carta a ETA "de forma voluntaria y libre". "Relata lo que declaró durante el periodo de incomunicación y las condiciones en las que fue detenido, así como su actuación en actos terroristas. Por lo tanto, el Tribunal debe tenerlo en cuenta y en este caso no lo ha tomado".

Es la primera vez que la Audiencia Nacional española recoge en una sentencia que una persona vasca ha sido torturada durante su detención. En su sentencia, recogió que se le aplicaron electrodos para obligarle a declarar. La sentencia estimó los informes de la causa médica que así lo demostraban.

La sentencia añade que Sorzabal, al finalizar el periodo de incomunicación y declarar ante el juez, negó lo que había dicho durante el periodo de incomunicación por considerar que lo había dicho bajo tortura.

Publicado originalmente en euskera en berria.eus.