El final de fiesta estuvo repleto de campeonatos; de tortilla, de toka, de mus, de futbolín,... además de bertsolaris, proyección de un documental, la sardinada y como broche final el concierto de Kaka Zaharra eta bi puzkerra. Durante todo el día reino el buen ambiente en un día soleado.
La jornada comenzó con un bertso-saio (recital de bertsos) a cargo de Xamoa de Oiartzun (txungo, txungo, Oiartxungo, con todo el cariño de mundo), el antxoarra Haritz Casabal, el beratarra Julen Zelaieta (Mosku nafarroan), el irundarra Gotzon Aizpiolea todos bajo la batuta del "moskutarra" Egoitz Zelaia. Como otros años la gente que se acercó tuvo que refugiarse del sol debajo de los plataneros lo que desluce un poco el acto pues quedan bastante alejados del escenario. Pero el buen ambiente y la complicidad entre público y bertsolaris lo suple. No falto la denuncia, la crítica y la ironía en los temas y los bertsos.