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Además de denunciar las agresiones y pintadas racistas realizadas este año por grupos neonazis en Irun, SOS Racismo ve necesario elaborar un protocolo de respuesta a las mismas. SOS Racismo ha propuesto a los ayuntamientos de Irun, Errenteria, Donostia-San Sebastián, Eibar y Tolosa que elaboren un protocolo para investigar si detrás de estas pintadas se esconde un "delito de odio". Ante las once pintadas y agresiones fascistas que se han dado este año en Irun, el Ayuntamiento de Irun solo ha condenado una vez esta agresión.
SOS Racismo ha mostrado su preocupación por las agresiones y pintadas homófobas y racistas realizadas este curso en Irun por grupos neonazis y fascistas. Varios movimientos juveniles y grupos antifascistas de Irun han denunciado que forman parte de una estrategia de grupos organizados basados en la extrema derecha que se está llevando a cabo en Irun.
Este año, además de en Irun, Lakaxita y GKS también han denunciado ataques directos contra los gaztetxe de Lakaxita y Mosku de Irun. En diciembre más de 200 personas se congregaron en la plaza de Urdanibia para condenar estos ataques y empezar a organizarse para luchar contra el fascismo. En Bortziriak, en cambio, en otoño se vandalizó en el Collado de Agiña un tótem dibujando una esvástica. Ha habido pintadas similares en Hondarribia, Guadalupe o el Kai Berria.
Mientras los ayuntamientos de Hondarribia y Lesaka no tardaron en denunciar estas acciones, el Ayuntamiento de Irun, en cambio, ha ignorado las agresiones y pintadas que se habían dado desde septiembre. Sólo los ha censurado una vez. El pasado mes de febrero aparecieron pintadas en la calle Uranzu y en la zona de Palmera Montero en las que se leía "¡Moros fuera!". En este caso se trataba de pintadas en las paredes y ventanas exteriores de un edificio municipal utilizado por Adiskidetuak, asociación que presta asesoramiento jurídico a personas migrantes, denunciando "mensajes racistas inaceptables", pero que el ayuntamiento calificó de "hecho puntual".
Sin embargo, SOS Racismo ha denunciado que este tipo de actos "no son puntuales". La organización antirracista los enumera a lo largo y ancho de Euskal Herria y los publica anualmente. Dicen que "son una muestra de racismo y xenofobia que siguen muy arraigadas en nuestra sociedad". Y ante el repunte reaccionario dado en los últimos tiempos, recomiendan a la administración pública que tome medidas.
Gerard Carrere, de SOS Racismo, nos explica que en las paredes de la calle las pintadas racistas "deshumanizan y propagan el odio". Y ve necesario un protocolo para investigar qué hay detrás de ellos. Y es que ahora que ha aumentado la violencia racista, hay que aclarar si detrás de esas pintadas hay un "delito de odio" y depurar las responsabilidades. En este sentido, SOS Racismo Gipuzkoa propone a los ayuntamientos de Irun, Errenteria, Donostia-San Sebastián, Eibar y Tolosa elaborar un protocolo que defina cómo debería responder el ayuntamiento ante la aparición de estas pintadas.
Publicado originalmente en euskera en https://antxetamedia.eus.