Publicado originalmente en euskera. Ver abajo.
En la quinta y última jornada del juicio, el fiscal, la acusación y los dos abogados defensores han intervenido y han expuesto sus conclusiones. El fiscal y la acusación han decidido mantener sus peticiones de pena. Por otra parte, los dos abogados han subrayado que en los últimos días han quedado claros que los siete procesados y procesadas en esta causa han sido juzgados por lo que son y no por lo que han hecho.
La cita se ha celebrado a las 07:30 horas en la plaza de Elizondo para realizar una caravana de coches entre los que querían acercarse al juzgado; a las 08:30 horas ha comenzado a reunirse gente frente al Palacio de Justicia. La concentración que se ha celebrado hoy ante el juzgado ha vuelto a congregar a la multitud, que ha irrumpido en el interior entre aplausos.
En esta ocasión no se ha celebrado ninguna mesa redonda, sino que se ha esperado a que los imputados e imputadas salieran de la sesión. En concreto, la defensa, la fiscalía y la acusación han presentado sus conclusiones y tanto la fiscalía como la acusación han decidido mantener sus peticiones de pena.
El fiscal ha señalado que se trata de "un grupo criminal organizado" que paralizó "violentamente" las obras de Aroztegi. Hasta ahora se había pronunciado por la vía de lo rendido: que funcionaban de forma vertical, y que seguían las órdenes de una persona de los procesadas. De hecho, en las declaraciones del fiscal se recurrió a la "violencia física y psicológica".
La acusación, por su parte, ha dicho que en la vista de esta semana ha quedado "probado" que las personas siete procesadas crearon un grupo de personas encabezadas por uno de ellos. "No hay un solo acto o resolución administrativa que declare la ilegalidad del proyecto y tiene todas las autorizaciones", ha dicho.
Los dos abogados defensores han pedido la absolución de las siete personas procesadas. El primero ha destacado que a cuatro de las personas procesadas se les imputa entrar en las obras, romper señales y detener las máquinas con fuerza, pero ha quedado demostrado que eso no es cierto. "Los testigos han insistido en que no hubo violencia y que actuaron pacíficamente; y los trabajadores negaron haber sido amenazados", ha añadido. Además, ha subrayado que la empresa pretende dar gravedad a la causa para poder pedir los 43 millones de euros, "por eso necesitan la acusación de la banda criminal".
En la misma línea se ha manifestado el segundo letrado, quien ha señalado que todo lo que han hecho las personas procesadas está recogido en vídeos: "Lo único que pusieron en peligro fue su vida, no ejercieron ningún tipo de violencia. La propia Guardia Civil insistió en que la desobediencia civil era lo único que habían hecho". La defensa también destaca que todo movimiento social necesita un mínimo de organización, pero que en esta causa se pretende darle un carácter criminal. "Esto sienta un grave precedente para todo el movimiento social y para la expresión libre en general".
También se ha referido al UGEP y ha señalado que a Baztan se le ha quitado el poder a través de esta herramienta para llevar el poder a Iruña. "Estamos aquí porque el objetivo de la empresa es conseguir 43 millones de euros y para lograr ese objetivo necesita una sentencia que diga que lo ocurrido fue muy grave", ha añadido. Ha señalado que uno de los acusados ha sido llevado a los juzgados en cuatro ocasiones y siempre ha sido absuelto; "eso sí que es amenazar". Añade que las personas procesadas no han sido juzgadas por lo que han hecho, sino por lo que son: personas contrarias al proyecto. "Parece que basta con ser contrario al proyecto para formar parte de una banda criminal", ha redondeado.
Las palabras de los siete procesados
Una vez finalizado el juicio, las personas congregadas han recibido entre aplausos a las siete personas procesadas. Toma la palabra una de ellas, Itziar Torres:
"¡Buenos días, gracias por acercarme! Hoy se ha agotado el juicio contra nosotras. Lo vivido en esta larga semana confirma que el uso de la justicia española para oprimir a la ciudadanía a lo largo de la historia se mantiene en la actualidad. En este juicio que nunca debió partir hemos vivido ciertas injusticias.
Durante el proceso hemos visto a la empresa y a la fiscalía de la mano para criminalizar al movimiento popular. Hemos visto el evidente criterio parcial del juez, han negado reiteradamente a nuestros abogados la posibilidad de presentar el contexto que realmente nos ha llevado a juicio. Es decir, que no nos han dejado decir que la empresa, para obtener 43 millones de euros de dinero público, necesita nuestra criminalización, y que para ello pretende deliberadamente hacernos creer que somos un grupo criminal jerárquico y organizado. Para cumplir este objetivo, uniendo empresas y fiscalías, han ideado un relato misógino, patriarcal y clasista basado en mentiras. En el relato que han presentado hay una división de roles por sexo en la que encabezamos este grupo que es temible en el que somos mujeres y mandamos a los hombres a ejercer la violencia. Todo ello, destacando los prejuicios según el aspecto de los integrantes de este grupo inventado ("antisistema", "mochileros", "rastados"). Ha quedado claro que nos han juzgado por lo que somos y no por lo que hemos hecho.
Como vascas, hemos sido tratadas como si fuéramos ciudadanas de segunda. Ha quedado patente que los derechos de los vascas no se garantizan ni cuando hay intérprete. Al intérprete le han hecho hacer infinitas traducciones sin reunir las condiciones necesarias para ello. Esto ha hecho tambalear la exactitud de nuestros testimonios. Por otra parte, se ha normalizado durante el juicio que quienes no entienden euskera o no son traductoras hagan interpretaciones de lo que hemos dicho. Como si fuera nuestra responsabilidad que ellas no supieran euskera.
Se desconoce cuál será la sentencia, pero es muy posible que se condene a la banda criminal con el fin de facilitar el camino a los 43 millones de euros. Sin embargo, en el juicio ha quedado claro que eso no tiene base jurídica ni en las pruebas. Así que han tenido que utilizar un relato falso, porque no tienen otro. Por eso pedimos a la ciudadanía que esté atenta cuando se publique la sentencia, porque en ese momento será necesario el apoyo. Más allá del juicio, queremos subrayar que tenemos infinidad de razones para celebrarlo por la lucha que hemos llevado como pueblo. Un logro especialmente importante ha sido hacer ver que con el poder y la organización del movimiento popular y la desobediencia civil se puede conseguir la paralización de las obras de los macroproyectos especulativos. Hemos conseguido que tanto en las calles como en los juzgados se tambalee la impunidad que hasta ahora han tenido las empresas. Hemos ganado la mayoría social y también varios pleitos que hemos tenido en los juzgados. También hemos conseguido que las empresas que quieren retener a este pueblo a merced y sus aliados en las instituciones vean que aquí hay un pueblo digno que con toda la fuerza que tiene está dispuesto a defender la tierra que es su casa. Han tenido que darse cuenta de que no vamos a tolerar los ataques a nuestra tierra, nuestra cultura y nuestra lengua, y que ante ellos estamos dispuestos a ejercer nuestro derecho de autodefensa como pueblo. Hemos demostrado que la lucha merece la pena, y sin olvidarnos, hemos conseguido ver florecer también esta primavera la tierra verde de Aroztegi.
Queremos destacar que en esta larga lucha la mayor victoria ha sido el propio camino. Las charlas que hemos dado pueblo a pueblo, las acampadas, las manifestaciones, los vídeos, las marchas ciclistas, las reuniones, las ruedas de prensa... también los enfados, llantos, cánticos y bailes que hemos hecho. Entre todos hemos conseguido convertir la lucha en un pueblo rural de Navarra en una lucha a nivel de Euskal Herria. Queremos agradecer a todos los vecinos y vecinas que nos han acompañado en este camino, en la calle, en la casa, en la oficina, en el taller y en el caserío. Especialmente a todos y todas las que durante esta semana habéis estado apoyándonos. Sin vosotros y vosotras sería imposible.
Por último, queremos recordar que, aunque el final del juicio pueda ser el final de una fase y el comienzo de otra, mientras no se abandone el PVFU de Aroztegi persiste el riesgo de desarrollo de este macroproyecto especulativo, y nuestra lucha también lo hará. Así que, esperando que nos veamos aquí o en otras tantas peleas que se libran en Euskal Herria, ¡ni saludos, ni adiós, sino hasta luego!
Aroztegia Gelditu!"
Publicado originalmente en euskera en antxetamedia.eus.